Usan nanopartículas de oro contra células cancerosas

 

Investigadores de la UAM hacen tratamiento más específico y eficaz


Científicos de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) desarrollaron un mecanismo para incrementar, mediante el uso de nanopartículas de oro (AuNP), la rugosidad de la membrana de las células de cáncer de mama, favoreciendo su entrada y, por ende, la destrucción de las células cancerosas sin dañar las sanas.

Los doctores Carlos Lara Cruz y Javier Esteban Jiménez Salazar, egresados del doctorado en Biología Experimental; Pablo Damián Matsumura y Nikola Batina Skeledzija, académicos de los departamentos de Biología de la Reproducción y Química, respectivamente, y Eva Ramón Gallegos, catedrática de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional (IPN), obtuvieron el Premio a la Investigación 2017.

Luego de más de seis años de investigación, los autores del trabajo La incorporación de nanopartículas de oro incrementa la rugosidad de la membrana de las células de cáncer de mama, informaron que los tratamientos contra esa enfermedad son cada vez más específicos y eficaces gracias al uso de herramientas innovadoras, incluidas las AuNP.

Estas pequeñísimas esferas de entre uno y cien nanómetros (nm) presentan propiedades únicas: alta penetración y nulo rechazo inmunológico, aunque se conoce poco sobre la forma en que interactúan con las membranas plasmáticas de las células cancerosas y las sanas, lo cual condiciona los tratamientos más particulares, explicaron Batina Skeledzija y Damián Matsumura.

El proyecto resultó de un estudio multidisciplinario realizado desde hace más de seis años, cuyo “propósito es atacar el padecimiento desde un punto de vista específico, con el fin de que sólo las células cancerosas mueran” y para ello se emplearon las AuNP de 20 nm, en tiempos hasta de una hora, ya que miden el efecto sobre la rugosidad de la membrana plasmática de células de carcinoma mamario humano –línea celular MCF-7– y su incorporación al interior de las mismas.

El trabajo reveló que las AuNP provocan que la membrana plasmática de esas células sea más áspera después de 12 horas de incubación, lo cual se traduce en que aquéllas pueden incorporar más partículas en este tiempo.

Estas esferas sólidas de oro pueden interactuar con las células enfermas y con las sanas –porque no están recubiertas–; pero “demostramos que al relacionarse con las membranas de las primeras cambian su superficie –topología–, debido a que su membrana se vuelve altamente rugosa.