65 mil 241 mexicanos han perdido la vida por coronavirus

Al presentar el informe diario del Avance del Coronavirus o “COVID-19”, en las últimas 24 horas la Secretaría de Salud Federal, informó que se registra un incremento de 827 personas fallecidas confirmadas respecto al último reporte, registrando un total de 65 Mil 241 mexicanos que han perdido la vida por el virus “SARS-CoV2”.

En la Conferencia vespertina numero 186, el Doctor José Luis Alomía Zegarra, Director General de Epidemiología de la Secretaría de Salud, señaló que se registran, Un Millón 360 Mil 123 personas que han ingresado al protocolo de estudio, de los cuales se reportan 676 Mil 958, casos negativos, 77 Mil 129 casos sospechosos y 606 Mil 036 casos confirmados, manteniéndose un porcentaje de 43% de positividad que desde la semana 31 inicio un descenso.

Alomía Zegarra, aseguró que se mantiene una disponibilidad a nivel nacional de 65% de camas de hospitalización y 35% que están ocupadas, mientras que en camas con ventiladores, 69% están disponibles y el 31% se mantienen ocupadas.

Durante la Conferencia se revisó la “Curva Epidémica” de casos estimados de cada una de las entidades federativas, en estricto orden alfabético, el Doctor Alomía, destacó que hay nueve entidades federativas que muestran un incremento o que se mantienen en una meseta.

“Pero la gran mayoría de las entidades federativas tienen hasta 7 semanas de disminución en los casos”.

Por su parte el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López Gatell, resaltó que cuando una persona se hace la prueba después de 15 días en los que se mantienen los síntomas del Coronavirus y se hacen una nueva prueba, puede salir nuevamente “Positivo” pues siguen apareciendo restos de la infección.

“En la mayoría de los casos lo que ocurre es que fragmentos del material genético del virus permanecen por semanas o meses en las vías respiratorias de las personas, eso no quiere decir que sean virus activos y partículas infectantes se trata de restos del material genético”.

López Gatell, dijo que no tiene sentido repetir la prueba porque puede seguir apareciendo como positivo por semanas si la carga viral era muy alta desde el inicio.

“Eso no quiere decir que tengan riesgo, de volver a tener la enfermedad, o de contagiar a otras personas”.

El Subsecretario anuncio que la Secretaria de Salud emprenderá una campaña de “Salud Nutricional”, que deberá ser acompañada por una política integral para disminuir el consumo de productos chatarra para hacer frente a la otra epidemia, que es la Obesidad.

“Esta visión relativamente simplista de las empresas que quieren escabullirse de su responsabilidad, indicando que es un problema del individuo, multiplicado por la enorme cantidad de millones de personas, que padecen obesidad, tres cuartas partes de la población en México tienen sobre peso u obesidad, lo que es un problema estructural”.

El Médico Epidemiólogo, advirtió que el ambiente agroalimentario del país está sobresaturado de productos de baja calidad, industrializados y ultra-procesados.

“Incluidas las bebidas azucaradas, los refrescos embotellados, también los pseudo-jugos, que nos son en realidad jugos de fruta sino, son agua con colorantes y saborizantes artificiales y azúcar añadida, sobre todo fructuosa, ese es un motor poderosísimo de la epidemia de la obesidad”.

El Funcionario, acuso que a pesar de que había evidencia científica para enfrentar la Obesidad desde el sexenio pasado, solo se pusieron en práctica esquemas simples de promoción de la salud como el “Tristemente Célebre Checate, Midete y Muévete”

“Se invirtieron millones de pesos en eso y es por cierto muy oscura la cantidad de dinero, que se invirtió y como se utilizó, y no dio resultado, la epidemia ha seguido creciendo”

Respecto a una iniciativa presentada en el Senado de la República, para incrementar el impuesto a productos chatarra, López Gatell, aseguró que es una iniciativa excelente ya que se disminuye el entusiasmo o interés de las personas en consumir dichos productos.

“Esto se ha aplicado en el tabaco con éxito y es un gran inhibidor de el deseo de consumir, ciertamente disuade más a las personas con menores ingresos porque es a quienes les afecta más en el bolsillo pero, como se disuade el consumo de un producto toxico, o no saludable, al final resulta que es progresivo, y se vuelve una ventaja, un beneficio”.

Guillermo Espinosa / @Guiesga