Aniversario luctuoso de Porfirio Díaz

 

En su primer período presidencial se encaminó a la centralización en todos los órdenes: político, militar y económico; acabó con el contrabando y reorganizó los ingresos fiscales; combatió el bandolerismo y fue dominando a sus adversarios.


Porfirio Díaz nació el 15 de septiembre de 1830 en Oaxaca. Realizó sus primeros estudios en el Seminario Tridentino de Oaxaca, más tarde ingresó al Instituto de Ciencias y Artes, donde estudió Leyes y en el que llegó a ser maestro.

En 1846 se alistó en la Guardia Nacional para combatir la Invasión Estadunidense pero no intervino en la lucha.

Durante la Guerra de Reforma combatió al lado de los liberales y por sus destacadas actuaciones le fueron conferidos los cargos de mayor, coronel y teniente general. A los pocos años fue electo diputado pero desempeñó el cargo muy breve tiempo. Luchó contra la Intervención Francesa siendo el jefe de una brigada en Acultzingo en abril de 1862, lo que le valió ser conocido como “el héroe del 2 de abril”. Además participó en la Batalla del 5 de mayo y, en 1863, en la defensa de Puebla al lado de González Ortega. Sus proezas militares fueron cuantiosas y se ganó un notable prestigio militar.

En 1871, reelecto Juárez, Díaz se lanzó a la lucha con el Plan de la Noria, al cual se adhirieron prominentes militares pero no lograron triunfar. En marzo de 1872, al morir Juárez, desapareció la causa fundamental de la rebeldía por lo que el general Díaz se acogió a la amnistía, luego de forcejear en lo político con el presidente Lerdo de Tejada.

El 10 de enero de 1876 apareció suscrita en Ojitlán, Tuxtepec, la proclama conocida con el nombre de Plan de Tuxtepec, en el que se desconoció al presidente Lerdo y a todos sus funcionarios, y se designó jefe del ejército restaurador a Porfirio Díaz. La rebelión declinó y Díaz resolvió ir a Nueva Orleans.

Con la reelección de Lerdo, José María Iglesias lo desconoció proclamándose él mismo presidente; esto ayudó a Díaz por la dispersión de muchos funcionarios, al mismo tiempo que debilitó al ejército gobiernista, y permitió la entrada a la capital de Díaz, venciendo a los pocos iglesistas.

Díaz tomó la presidencia de modo provisional. Poco después remitió al Congreso la iniciativa para incorporar a la Constitución el principio de “No Reelección”. Dejó interinamente el gobierno al Gral. Méndez y obtuvo el triunfo en las elecciones, como candidato único. Tomó posesión de la Presidencia el 5 de mayo de 1877, para el período que terminó el 30 de noviembre de 1880.

En su primer período presidencial se encaminó a la centralización en todos los órdenes: político, militar y económico; acabó con el contrabando y reorganizó los ingresos fiscales; combatió el bandolerismo y fue dominando a sus adversarios.

Díaz volvió a la Presidencia en 1884, haciendo reformas a la Constitución para reelegirse en repetidas ocasiones (nueve) hasta el 25 de mayo de 1911.

Después de 35 años de gobierno, en 1910 se lanzó a una nueva candidatura en la que se tuvo que enfrentar al partido Anti-reeleccionista encabezado por Francisco I. Madero y a la rebelión surgida el 20 de noviembre de ese año. La caída de Ciudad Juárez determinó su renuncia.

Se embarcó en Veracruz en el “Ipiranga”con destino a París, Francia, donde murió el 2 de julio de 1915.