Charles Dickens y sus obras

 

De esta juventud sembrada de humillaciones y penas, mucho más que de alegrías, Charles Dickens sacará más tarde el material para una novela muy autobiográfica: David Copperfield


Charles John Huffman Dickens nació el 7 de febrero de 1812 en Portsmouth, Inglaterra. Su experiencia en la fábrica le dejó a Dickens una especie de fobia a estar sucio y una sensación de humillación y abandono por el resto de su vida.

Charles se lanza con pasión a los estudios y la lectura y a los quince añosC entra de lleno a la vida activa como asistente en el estudio de un abogado.

Consciente de sus talentos de escritor, al año siguiente empieza a publicar artículos en los diarios. Con el seudónimo de Boz, publica también pequeños relatos muy bien logrados en ediciones populares, sin dejar de cultivarse y sobre todo de frecuentar los teatros, la gran pasión de su vida.

Su otra pasión se llama María, con quien se comprometió en secreto a los 17 años. Convertido en cronista parlamentario en 1832, cree poder hacer un pedido de mano al padre de la joven, un rico banquero, pero es rechazado sin miramientos.

Para la Inglaterra aristocrática y puritana, la pobreza es sinónimo de depravación: alcoholismo, robo, ignorancia… Debe ser tratada con firmeza. Para eso se votó en 1834 una ley de pobres, “poor law”, que suprime las ayudas a los indigentes y el asistencialismo. Instituye en contrapartida las casas de trabajo, “workhouses”, establecimientos penitenciarios de hecho donde son relegados los vagabundos y los pobres, siendo lo esencial volverlos invisibles a los ojos de la sociedad decente.

En Oliver Twist, así como en libros posteriores, Charles Dickens denuncia estos abusos y la codicia de los financistas. También da su apoyo en 1842 a una ley que reglamenta por fin el trabajo nocturno de mujeres y niños.

Ese mismo año, durante un largo viaje por los Estados Unidos, el escritor se da cuenta de que los pobres no son en absoluto mejor tratados de ese lado del Atlántico y no se priva de escribirlo.

Se moviliza contra la pena de muerte en 1849 y al año siguiente funda el diario Household Words, para promover sus ideas en favor de casas para los obreros, educación popular y protección de la infancia. Crea una compañía teatral que llegará a actuar frente a la reina Victoria.

Sus últimos años se ven enturbiados por sinsabores familiares. Su esposa, Catherine, cansada de soportar sus reproches, acaba por dejarlo en 1858. Él se consuela con una actriz pero se da cuenta de que su amor no es compartido.

Decepcionado, se lanza con frenesí al trabajo, incrementa las lecturas públicas de sus obras y completa su novela número dieciséis.

Muere de agotamiento el 9 de junio de 1870, precozmente envejecido. La inmensa multitud de sus lectores logra que la Reina Victoria autorice su inhumación en el “Rincón de los poetas”, en la abadía de Westminster, en el corazón de Londres.