DOHA, Qatar (AP) – Lionel Messi contra Virgil van Dijk. El entrenador más joven de la Copa del Mundo se eno en el más viejo. América del Sur contra Europa. Un catálogo de reuniones famosas.
El partido de cuartos de final entre Argentina y los Países Bajos el viernes tiene todos los ingredientes de un clásico.
Y la posibilidad de que sea el último partido de Messi en el escenario más grande del fútbol solo se suma a la anticipación.
El siete veces jugador mundial del año está a tres victorias de lograr su último sueño, pero tiene dos personas, en particular, bloqueando su camino.
En primer lugar, el marco no desconsiderable de Van Dijk, que ha sido uno de los mejores defensores del mundo en los últimos cinco años. Si hay alguien capaz de detener a Messi en uno de sus característicos regates, es el elegante defensa central del Liverpool que combina el ritmo con una gran lectura del juego.
Y luego está Louis van Gaal, el astuto táctico que tiene 71 años, que recientemente se ha sometido a un tratamiento exitoso para el cáncer de próstata, y ahora está planeando ganar la Copa del Mundo en tal vez el último trabajo de su carrera de entrenador de 26 años.
Van Gaal, que durante mucho tiempo ha sido uno de los personajes más carismáticos del fútbol, se está acercando a esta tarea con mucha diversión, incluso en la víspera de uno de los partidos más grandes de su carrera.
El jueves, le dijeron que Angel Di Maria, que juega para Argentina, cree que es el peor entrenador con el que ha jugado después de su tiempo juntos en el Manchester United en 2014-15.
Van Gaal dijo que era una pena que Di Maria se sintiera de esta manera: “es uno de los pocos jugadores que ha dicho eso”, comentó, “como suele ser al revés”, y agregó que una vez tuvo una pelea con el capitán holandés Memphis Depay, que estaba sentado a su lado.
“Ahora nos besamos”, dijo Van Gaal, inclinándose hacia Depay con los brazos hacia fuera.
También se le preguntó a Van Gaal cómo planeaba detener a Messi, una pregunta a la que muchos entrenadores a lo largo de los años no han podido encontrar una respuesta.
“Sería bastante estúpido revelar tus propias tácticas”, dijo, sonriendo. “Pero no es tan difícil encontrar ninguna respuesta. Podrías haber llegado a una respuesta tú mismo. Es posible que desee bloquear y cerrar las líneas de paso. ¿Tengo razón, Memphis?“
En cuanto a su homólogo argentino, Lionel Scaloni, de 44 años, es un novato comparativo después de hacerse cargo de su país en 2018 para su primer puesto de entrenador senior. Aún así, ya ha llevado a Argentina al título de la Copa América el año pasado, el primer trofeo importante del país desde 1993, y ha logrado estabilizar a su equipo después de una impactante derrota ante Arabia Saudita en su primer partido por grupo.
Mientras Van Gaal predijo un partido apretado que se resolverá en un “momento decisivo”, Scaloni dijo que será un “hermoso juego porque estamos hablando de dos equipos nacionales dispuestos a atacar, pero que también pueden defender”.
Está destinado a ser un choque de estilos entre dos de las potencias históricas del fútbol, con Argentina, una dos veces campeona, prefiriendo jugar un juego de posesión y los holandeses, tres veces un finalista derrotado, ahora normalmente jugando en el contraataque bajo Van Gaal.
Se han reunido en algunos partidos de la Copa del Mundo de alto perfil, ninguno más grande que la final de 1978 ganada por Argentina en casa. También hubo un partido de los últimos 16 en 1998, ganado por los Países Bajos gracias a un maravilloso gol en los 90 minutos de Dennis Bergkamp, y luego una victoria por penaltis de Argentina en las semifinales en 2014.
Messi jugó en ese partido y fue mantenido relativamente tranquilo por un equipo también entrenado por Van Gaal. Ocho años después, Messi sigue siendo el jugador estrella de Argentina y obtuvo su mejor desempeño en esta Copa del Mundo en la victoria por 2-1 sobre Australia en los octavos de final.
“El torneo comienza mañana para nosotros, de verdad”, dijo Van Gaal. “Aunque no quiero restar importancia a la importancia de los otros países que hemos vencido, Argentina y luego potencialmente Brasil en la próxima ronda son países diferentes a los que jugamos hasta ahora”.
Scaloni fue presionado por la aptitud del centrocampista Rodrigo De Paul, que podría ser una duda según algunos informes en los medios argentinos, pero regaló poco.
KJ
