No más “¡Jarritos, qué buenos son!”

Seguramente, como la gran mayoría de los mexicanos has escuchado o leído la frase “¡Jarritos, qué buenos son!”; pues esta ha sido popularizada a lo largo de más de cinco décadas, siendo un eslogan coloquialmente popular.

Pese a la gran popularidad y tradición que hay detrás de esta frase, la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO ), desacredita tal anuncio; pues según esto, no se puede comprobar al consumidor ni aclarar para qué son buenos.

Tomando en cuenta lo anterior, la empresa afirmó que deberán de retirar dicha frase para continuar con la comercialización de la bebida; esto cerca de que se estrenara su colaboración con la marca Nike.

La historia de las populares bebidas refrescos inició en un comedor de Guadalajara, Jalisco. Entre diarios y vasos de precipitados, el químico Francisco “El Güero” Hill, experimentaba con diversos sabores y agua carbonatada en 1950.

“El Güero” experimentó con sabores frutales, basándose en las tradicionales aguas frescas que se vendían en las calles. Fue así como nació el primer refresco de la marca, el cual era de sabor tamarindo y fue nombrado “Jarritos”.

De acuerdo con el portal web de la marca; el químico notó que los sabores cítricos de colores brillantes llamaban la atención de las y los consumidores, lo que los llevó a popularizar su producto.

El nombre de “Jarritos” viene precisamente de la inspiración de la bebida: las aguas frescas.; mismas que aquella época se servían en jarras de barro para mantenerlas frescas durante más tiempo.

AGM