Con miras a solucionar el desabasto de agua que se vive en Guadalajara, el candidato de Morena por la presidencia municipal, Carlos Lomelí Bolaños, propuso un plan que incluye la construcción de un segundo acueducto, así como de un colector profundo, con los que se afrontaría la situación a 25 y 40 años en la zona metropolitana.
El candidato precisó que la urbe “está en estrés hídrico”, debido a que la demanda del vital líquido es más alta que la cantidad disponible, aunado a que el acueducto de 42 kilómetros que surte al área conurbada, se edificó 30 años atrás y presenta riesgo de colapso, lo que resultaría en que se agrave el problema que ha afectado a unas 150 colonias, durante el último trimestre.
Lomelí Bolaños refirió que también se integrará un sistema de mangas en las tuberías, ya que el 42% del agua que se bombea termina en desperdicio debido a las fugas.
Para solucionar por largo plazo el desabasto de agua en la zona metropolitana, mi gobierno propondrá 4 acciones:
1) Municipalizar la operación y distribución del agua.
2) Construir un drenaje profundo de 10 kms de longitud, desde el Agua Azul a la Barranca de Huentitán. pic.twitter.com/jVwWktYTLx— Dr. Carlos Lomelí (@DrCarlosLomeli) May 17, 2021
Luego de resaltar que el líquido es piedra angular para el crecimiento socioeconómico, de ecosistemas saludables y de supervivencia de la orbe, agregó que ha faltado voluntad política para echar mano de los estudios disponibles.
Ante este panorama, puso sobre la mesa diversas acciones, en caso de que el gobierno del estado no garantice la administración y distribución de este recurso en la ciudad. Entre ellos, que la operación y reparto del mismo recaiga en los municipios, así, dar luz verde a nuevos desarrollos inmobiliarios, también dependería de la disponibilidad de agua.
Además, se generaría una estructura de drenaje profundo de 10 kilómetros, con origen en la zona conocida como Agua Azul hasta la barranca de Huetitlán, que se convertiría en columna vertebral de la recolección del agua que llega en temporal de lluvias, que a la par ayudaría a evitar inundaciones en 360 puntos.
En caso de que Carlos Lomelí se volviera alcalde, también se remodelarían tuberías y modernizarían los medidores, pues el 70% de estos últimos son obsoletos; aunado a que se invertirán hasta 22 mil millones de pesos en la edificación de un acueducto con 49 kilómetros, de Guadalajara a Chapala.
Dichas directrices serían reforzadas con la plantación de árboles en espacios públicos y bosques, plantas de tratamiento de aguas residuales, así como la generación de una cultura del cuidado de agua, mediante un museo dedicado a la materia.
