El Senado de la República rindió hoy un homenaje a Mario Molina, Premio Nobel de Química en 1995, quien falleció la semana pasada; Eduardo Ramírez, presidente de la Mesa Directiva, recordó la ardua tarea en contra del calentamiento global y señaló que en vida “no se le dio el reconocimiento a la altura que merecía”.
Al término de la sesión ordinaria, se colocó al centro de del salón de plenos un cuadro con la fotografía del químico y un arreglo floral, donde los coordinadores parlamentarios presentes y otros senadores montaron una guardia de honor, para después reconocer al científico mexicano con un minuto de aplausos.
Ramírez Aguilar sostuvo que Mario Molina, junto con Alfonso García Robles y Octavio Paz, forman la triada de nuestros premios Nobel en México.
Manifestó que por ocho años fue uno de los 21 científicos que formaron parte del Consejo de Asesores de Ciencia y Tecnología del presidente Barack Obama, previamente lo había sido del presidente Bill Clinton.
En México, dijo Eduardo Ramírez, a pesar de sus esfuerzos por llamar la atención en trascendentes temas, “no se le dio el reconocimiento a la altura que merecía”.
Sin embargo, precisó que recibió innumerables galardones, 40 doctorados Honoris Causa, y fue el primer mexicano en recibir la Medalla Presidencial de la Libertad en Estados Unidos.
Poco antes, el coordinador del Partido de la Revolución Democrática, Miguel Ángel Mancera propuso entregar al científico, de manera póstuma, la Medalla Belisario Domínguez 2020 como reconocimiento a su obra.
El documento fue turnado a la Comisión de la Medalla Belisario Domínguez que encabeza Sasil de León.
