Ante casos de supuestos abusos a ciudadanos, o por haberlos incriminado en delitos que no cometieron, funcionarios federales recurren hasta la última instancia para evitar pedir perdón, y entonces llega el silencio
Ante casos de supuestos abusos a ciudadanos, o por haberlos incriminado en delitos que no cometieron, funcionarios federales recurren hasta la última instancia para evitar pedir perdón, y entonces llega el silencio