Medidas para ‘fin de las barras bravas’, que ya aplican en Colombia: México

 

El presidente de la Liga MX anunció qué van a hacer tras los disturbios de las barras bravas en el estadio del estado de Querétaro.


Casi dos semanas después de los fuertes disturbios en el estadio La Corregidora, de Querétaro, donde fanáticos del equipo local se enfrentaron con los de Atlas, con un saldo de 26 personas heridas, las autoridades del fútbol mexicano anunciaron una serie de medidas con las que, aseguran, se acaban las barras bravas en México.

Mikel Arriola, presidente de la Liga MX, aseguró que las medidas que anunció son “el principio del fin de las barras bravas” y aseguró que acciones similares llevaron al final de este problema en el fútbol inglés.

Las principales determinaciones anunciadas por Arriola es la prohibición de la entrada de barras del equipo visitante en todos los partidos de la Liga MX y el registro de todos los aficionados que quieran ingresar a los estadios a través del FanID.

¿Qué lecciones dejan estas medidas para tratar de combatir el problema de las barras bravas en el fútbol colombiano? En realidad, las dos acciones ya se pusieron en marcha en el país, con resultados discutibles.

Desde hace varios años, la mayoría de los clubes del país prohibieron la entrada de hinchas visitantes para los partidos de mayor riesgo. Si bien dentro de los estadios el problema ha disminuido (aunque casi todos los hechos recientes de violencia en las tribunas han sido peleas entre hinchas del mismo equipo), los problemas se trasladaron a las calles.

La prohibición de hinchas visitantes también rige en países como Argentina y Brasil, pero el problema no se ha solucionado del todo. Según estudios académicos citados por la agencia AFP, las cifras de muertos por peleas de barras no disminuyen: 157 en Brasil entre 2009 y 2019, 136 en Argentina en los últimos 20 años y al menos 170 en Colombia entre 2001 y 2019.

“El gran fracaso de estas políticas es que se concentran exclusivamente en la seguridad”,
 señaló a AFP el sociólogo Germán Gómez, investigador de la Asociación Colombiana de Estudios del Deporte.

La prohibición también ha generado un peligroso fenómeno dentro de los estadios: integrantes de las barras “patrullan” las tribunas y los alrededores de los escenarios en busca de supuestos infiltrados visitantes, llegando, incluso, al exceso de pedir la cédula o de hacerles quitar la ropa en busca de tatuajes alusivos a los equipos o prendas con los colores del rival.

El problema también ha llevado a que se presenten peleas de larga data por culpa de los ‘trapos’ o pancartas. La barra brava del Deportivo Cali mostró fotos en redes sociales de banderas robadas a la del Independiente Medellín.

Las fotos fueron tomadas en la tribuna sur del estadio de Palmaseca, el único escenario privado del país, con permiso de los directivos del club. Las fotos iban acompañadas de un comunicado amenazando a los del DIM, que antes habían entrado a una casa en Palmira a robar trapos suyos.

Posteriormente, el Cali emitió un comunicado rechazando los hechos y explicó que habían dado el permiso para que las barras secaran sus pancartas, porque en el partido anterior había llovido…

El fracaso del enrolamiento de Dimayor

La segunda medida anunciada por la Liga MX para erradicar las barras es el FanID, un documento que todos los asistentes a los estadios deberán portar para que se les permita el acceso. Para obtenerlo, tendrán que llenar una documentación en la que entregarán datos que permitan su completa identificación.

La medida se aplicó en el Mundial de Rusia 2018, en el que todos los visitantes a ese país tuvieron que tramitar el documento. En el fútbol colombiano también comenzó ese proceso.

Durante la administración de Jorge Fernando Perdomo al frente de la Dimayor, en 2017, se anunció el enrolamiento, que funcionó de la misma manera que el FanID, es decir, el interesado llenaba un formulario, entregaba datos personales y se le entregaba un carné.

Perdomo anunció en su momento que cerca de 140.000 hinchas hicieron el proceso de enrolamiento. Sin embargo, no todos los documentos se entregaron y la idea fue un rotundo fracaso.

El año pasado, a raíz de un enfrentamiento entre fanáticos de Santa Fe y Nacional en El Campín, se volvió a poner sobre la mesa la idea de carnetizar a los hinchas. De inmediato, en redes sociales se recordó el fracaso del enrolamiento y de paso se preguntó qué pasó con el dinero recaudado en ese proceso, pues cada hincha debió pagar 11.900 pesos. No hubo respuesta.