Recorría América con su perro y un viejo VW, pero murieron en un accidente

 

Jesse Koz y su perro Shurastey recorrieron 85.000 kms desde Brasil hasta Estados Unidos en un Escarabajo 1978.


Han pasado más de cinco años desde que Jesse Koz, un vendedor brasileño de 29 años, decidió dejar su trabajo y estudios de educación física, para emprender un largo viaje por América que lo llevaría desde Brasil hasta Alaska. O al menos, esa era la intención.

Con 10.000 reales en el bolsillo (unos 2.000 dólares u $8 millones colombianos), tomó su viejo Volkswagen Escarabajo 1300 de 1978 y junto a Shurastey, su perro golden retriever, inició el camino en abril de 2017. Durante la pandemia regresó a Brasil tras haber llegado hasta Norteamérica (pasando por Colombia), pero en febrero de este año retomó la ruta. 

En esa aventura, todos tenían un nombre. Además de Jesse, quien se convertiría en un influencer con más de 400.000 seguidores en Instagram, el nombre del perro aludía a la canción “Should I stay or should I go” de la banda inglesa The Clash. Por su parte, el carro se llamaba “Dodongo”.
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Todos partieron de este mundo el pasado lunes 23 de mayo en un lamentable accidente ocurrido en Portland, estado Oregón, Estados Unidos. Pero, ¿cómo fue ese largo viaje por América que terminó trágicamente?

El recorrido de Jesse Koz, Shurastey y Dodongo

Cuando Jesse Koz salió de Balneário Camboriú, la ciudad brasileña donde residía, lo hizo pensando en vivir plenamente y en total libertad, haciendo lo que quisiera y cuando quisiera, sin que le costara mucho dinero.

Así fue como, tal y como decía aquella canción de Tito Nieves, se fueron “sin rumbo alguno”. Koz dormía dentro del carro con Shurastey y comía fideos todos los días, pero a pesar de muchas restricciones, su libertad lo hacía feliz. Por entonces, sobrevivía vendiendo calcomanías a dólar y con el apoyo de quienes conocía en la ruta. 
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Desde Brasil salieron a Uruguay y Ushuaia, la punta sur de Argentina. Luego entraron a Paragüay y llegaron a las playas de Santa Catarina, en Brasil. El plan inicial era quedarse allí, pero Koz decidió seguir adelante junto a Shurastey visitando Río de Janeiro, Pará y Mato Grosso do Sul.

Pasaron a Bolivia, Chile, Perú, Ecuador y Colombia, a donde vinieron en agosto de 2019. Ya habían pasado 840 días y unos 60.000 kilómetros. A estas alturas Koz y Shurastey ya eran populares en redes sociales, tenían su propia venta de camisetas y pauta comercial de diversos productos, entre ellos, varios relacionados con perros y veterinaria.

Rumbo a Norteamérica

Ahora, la intención era llegar a Norteamérica. Fue así como, desde nuestro país, el Escarabajo (Dodongo) se envió a Panamá y desde allí, Jesse y su fiel amigo siguieron hasta Costa Rica, Nicaragua, Guatemala y México. Conocieron muchas personas, durmieron en muchos hogares, hicieron nuevos amigos y atravesaron todo tipo de situaciones, desde desiertos de arena hasta caminos de nieve o de “off-road”

En marzo de 2020 llegó la pandemia. Para entonces estaban en México y fue hasta septiembre de ese año, cuando pudieron regresar a Brasil. El carro quedó en un taller del país azteca mientras las fronteras se restablecían y podían volver, lo que ocurrió apenas en enero de este año. Ahora, la meta era llegar hasta Alaska.

Fue así como en febrero pasado, Jesse y Shurastey entraron a Estados Unidos. Pasaron por Disneyworld, la Casa Blanca en Washington, Times Square en Nueva York, el Golden Gate en San Francisco, Hollywood, y atravesaron la Ruta 66 de punta a punta. Rondaba el júbilo y la alegría constante, acumulando kilómetros, experiencias y aventura. Hasta aquí, todo iba bien.

Juntos hasta el final… y más allá

El pasado lunes, Jesse y Shurastey estaban en Portland, Estados Unidos. Dicha ciudad se ubica en el estado de Oregón, cercano a la frontera con Canadá, su próximo destino antes de llegar a Alaska.

Allí, al encontrarse con un atasco en la vía y aplicar un frenazo repentino para esquivarlo, el viajero brasileño perdió el control del vehículo pasando al carril contrario, y estrellándose de frente con un Ford Escape. Instantáneamente, Jesse y Shurastey murieron. La conductora del Ford, por su parte, sufrió heridas que obligaron a su hospitalización.

De esa manera terminaron cinco años y 85.000 kilómetros de viaje, en los que Jesse, Shurastey y Dodongo permanecieron unidos. Hasta el final. Una historia de fieles amigos que vivieron como quisieron, pero desafortunadamente, tuvieron un final trágico. En donde estén, seguramente, seguirán tan juntos como siempre.