Acotaciones para un informe

 

Es hora de sentar en los banquillos de la justicia a los responsables del manejo de los presupuestos


Como desde hace muchos años el 1 de septiembre no sólo es la inauguración del curso político oficial, sino que, sobre todas las cosas, es el momento de hacer un balance.

Teóricamente es un informe en el que el gobierno, empezando por su Presidente, rinde cuentas a la población sobre los hechos políticos más relevantes de los últimos 12 meses y presenta las propuestas para el año que está por venir.

En política los plazos no son los que marcan las leyes, ni el tiempo que duran los mandatos, porque en política lo que marca de verdad la vigencia es la capacidad para mantener la ilusión.

Vivimos tiempos complicados, sin embargo, esa situación nos obliga a hacer con mayor ímpetu el recuento de los aspectos que funcionan y los que nos están llevando hacia una situación crítica.

De acuerdo a los datos del Inegi la seguridad vuelve a ser un problema que repunta en la desconfianza y en la preocupación de los mexicanos.

Desde los tiempos de Miguel de la Madrid la Policía en México ha sido un gran problema. Y es que, hemos invertido millones de pesos para crear cuerpos de seguridad confiables, sin embargo no quiero ni preguntar cuántas comisiones y riquezas se generaron con las llamadas pruebas de confianza.

Y tampoco quiero preguntar por qué hemos sido tan incapaces de tener policías confiables y en función a eso tenemos al Ejército realizando, sin ninguna salvaguarda legal, actividades que no le corresponden poniendo en evidencia nuestro fracaso en la materia.

Es muy curiosa la evolución de este sexenio y reconozco que éste en gran medida no ha recurrido a echarle la culpa al gobierno que le antecedió.

En ese sentido, ignoro si esa es una nueva manera de hacer política, que consiste en que al momento de asumir un nuevo mandato no sólo se absorben los errores propios, sino también los que surgieron como consecuencia del pasado.

Y es que, mientras Genaro García Luna –exsecretario de Seguridad Pública– permanece tranquilo y feliz vendiendo tacos y enchiladas en Tampa, y a su vez acumula una fortuna al ser consejero de seguridad de diversas instituciones privadas de gran importancia, su modelo policiaco se desangra, nos desangra y nos avergüenza a cada momento.

En el informe de gobierno ya no puede seguir ausente uno de los problemas que no aguanta más promesas sin cumplir, como es el caso de consolidar una policía eficiente.

Pero al mismo tiempo, es hora de comenzar a sentar en los banquillos de la justicia a los responsables del manejo de los presupuestos para una aventura tan fallida como ha sido el hecho de que sigamos siendo un país tan inseguro y sin policías.

@antonio_navalon