Sermones, alcohol e invierno

 

Más de 13 puntos porcentuales de la población mexicana sufre síndrome de dependencia del alcohol


Debería ser tiempo para ahorrar energía y preservar semillas que nos darán alimentos el próximo año. Pero en la incansable lucha por controlar todo, el hombre moderno ya no se aletarga con el descenso de la temperatura, días más cortos o  el romántico ángulo con el que la luz del Sol llega durante el invierno. Cobijados por la modernidad y excitados por el consumo dejamos que nuestros hábitos griten: “A chupar y tragar que el mundo se va a acabar”. En México, de manera particular,  diabetes y obesidad se atragantan en Guadalupe-Reyes sumándose a 11.3 por ciento de todas las enfermedades que engloba el alcoholismo.

Más de 13 puntos porcentuales de la población mexicana  sufre síndrome de dependencia del alcohol, 12.5 son hombres, 0.6 mujeres entre 18 y 65 años. Presente en 38 por ciento de los homicidios y 60 de los suicidios, el alcoholismo también provoca 35 por ciento de lesiones en accidentes, particularmente entre jóvenes de 15 y 16 años, y en términos generales con 70 puntos porcentuales de siniestros viales. Más de dos millones de personas les fue diagnosticado, casi 500 mil ya es crónico y  para más de un millón no hay posibilidades de acceso a tratamientos, orientación y asistencia. Lo peor es que el alcoholismo es el camino a otras drogas, ruptura de lazos sociales, familiares y laborales, hasta la muerte del paciente. Esta es la parte de la Encuesta Nacional Contra las Adicciones del Conadic.

Pero como león no es komo lo pintan, a pesar de tener la radiografía completa no hay dinero que  alcance para combatirlo. La prevención sigue siendo el camino. Pero sólo se oyen sermones. No sería mejor decir: copa y media después se pierden reflejos; Con 5, el equilibrio y con 10 hasta el sentido. Dónde hacer un estudio de tendencia genética y qué hacer con ello.