Entre acusaciones de enriquecimiento ilícito y desfalco a la saliente administración estatal de Oaxaca –que encabezó Gabino Cué–, el secretario General de Gobierno, Carlos Santiago Carrasco, señaló que no se dejará un estado convulsionado, pero sí con una deuda de mil 500 millones de pesos.
El funcionario indicó que hay distintas organizaciones, municipios, personas que hacen gestiones todos los días, pero que lamentablemente muchos recurren a los bloqueos de carreteras, situación que no significa que no se les esté atendiendo. “Pero eso no da pie a señalar que es un estado convulsionado, nosotros seguiremos trabajando hasta el último minuto”.
Sobre la deuda que legarán a la siguiente administración, Carrasco Santiago indicó que todos los gobiernos, por su dinámica de trabajo, difícilmente cierran sus procesos y los dejan a la siguiente administración, cuyos compromisos no son personales, sino institucionales.
“Este gobierno dejará lo menos posible de deuda que estará debidamente documentada, pero calculamos que pueda llegar a mil 500 millones de pesos”, explicó. Esto contrasta con lo difundido por el periodista Carlos Loret de Mola, quien informó que la deuda que Gabino Cué heredaría a su sucesor, sería superior a los 14 mil millones de pesos.
