¿Qué es la preeclampsia y cómo se trata?

 

El aumento de la presión arterial se acompaña de la pérdida de proteínas por la orina


En el mundo mueren cerca de 800 mujeres al día mientras están dando vida. En México, entre las causas que provocan la muerte materna están: aborto, hemorragias, infecciones posparto, así como preeclampsia.

Un artículo publicado por el investigador  Antonette T. Dulay, de Ohio State University College of Medicine, detalla que para disminuir y evitar la muerte durante o después del parto, es necesario aplicar soluciones sanitarias de prevención para embarazadas.

El  catedrático explica que la preeclampsia es la tensión arterial elevada que se acompaña de proteínas en la orina y que se desarrolla después de 20 semanas de gestación. La eclampsia son convulsiones que se producen en las mujeres con preeclampsia y que no tienen otra causa.

“La preeclampsia puede causar que la placenta se desprenda y el bebé nazca antes de tiempo, aumentando el riesgo de que estén presente problemas poco después de nacer”, subrayó.

Las manos y los pies de la mujer pueden hincharse y si la preeclampsia es grave y no se trata, puede sufrir convulsiones (eclampsia) o lesión orgánica.

Dependiendo de la gravedad de la preeclampsia, el tratamiento puede incluir reposo en cama, hospitalización, fármacos para bajar la tensión arterial o la provocación del parto tan pronto como sea posible.

Se administra sulfato de magnesio por vía intravenosa para prevenir o detener las convulsiones.

El también investigador de los laboratorios MSD de Estados Unidos, líder mundial en atención médica, dijo que entre el 3 y el 7 por ciento de las mujeres embarazadas desarrollan preeclampsia (toxemia del embarazo).

En la preeclampsia, el aumento de la presión arterial se acompaña de la pérdida de proteínas por la orina (proteinuria). Sin tratamiento, la preeclampsia puede causar convulsiones (eclampsia); la eclampsia se presenta en 1 de cada 200 mujeres que tienen preeclampsia y suele ser mortal si no se trata con rapidez.

El investigador de MSD mencionó que si es grave, la preeclampsia puede dañar órganos como el cerebro, los riñones, los pulmones, el corazón o el hígado.

“En estos casos, las mujeres afectadas pueden sufrir dolores de cabeza, visión distorsionada, confusión, dificultad para respirar, dolor en la parte superior derecha del abdomen (sobre el hígado), vómitos u otros síntomas”, destacó.

Si aparece el síndrome HELLP, puede causar síntomas similares. El síndrome HELLP puede aparecer antes de los síntomas de preeclampsia. Una mujer embarazada que tiene un nuevo dolor de cabeza que no cede con paracetamol (acetaminofén) o en un plazo de 24 horas, debe llamar a su médico.

La preeclampsia (con o sin eclampsia) aparece después de la semana 20 de embarazo y por lo general antes del final de la primera semana después del parto. Una cuarta parte de los casos ocurren después del parto, por lo general dentro de los primeros 4 días, pero a veces hasta 6 semanas después.

Antonette T. Dulay señaló que el síndrome HELLP aparece en 1 o 2 de cada 10 mujeres con preeclampsia o eclampsia graves, el cual  provoca degradación de los glóbulos rojos o eritrocitos, elevados niveles de enzimas hepáticas que indican una lesión del hígado y  bajo número de plaquetas, que hace que la sangre disminuya su capacidad de coagulación y aumente, así, el riesgo de hemorragia durante y después del parto.

Se desconoce la causa de la preeclampsia. Pero es más frecuente entre las mujeres embarazadas por primera vez; que están gestando dos o más fetos, han tenido preeclampsia en un embarazo anterior, tienen familiares que han tenido preeclampsia, padecen obesidad, presión arterial elevada o sufren un trastorno en los vasos sanguíneos y si son menores de 17 años o mayores de 35.

Los bebés pueden ser pequeños porque la placenta funciona de forma inadecuada o porque han nacido antes de tiempo. Los recién nacidos de mujeres preeclámpsicas tienen de 4 a 5 veces más probabilidades de tener problemas poco después del parto que los de las mujeres que no presentan esta complicación.

El bebé puede nacer por cesárea, que es la manera más rápida, a menos que el cuello uterino esté lo bastante dilatado para permitir un nacimiento rápido por la vagina. Un parto rápido reduce el riesgo de complicaciones para las mujeres y para el feto.

Si la presión arterial es elevada, se pueden administrar fármacos para disminuirla, como hidralazina o labetalol por vía intravenosa, antes de intentar el parto. El síndrome HELLP se trata generalmente de la misma manera.

Después del parto, a las mujeres que han sufrido preeclampsia o eclampsia, se les administra sulfato de magnesio durante 24 horas, y se las controla cuidadosamente entre 2 y 4 días, dado que corren un mayor riesgo de tener crisis convulsivas.

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FF