Analizan investigadores de la UAM ajolote de arroyo, también en peligro de extinción

Analizan investigadores de la UAM ajolote de arroyo, también en peligro de extinción
Analizan investigadores de la UAM ajolote de arroyo, también en peligro de extinción 

La investigación la realizan profesores del Centro de Investigaciones Biológicas y Acuícolas de Cuemanco (CIBAC), de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM)


Como parte de los estudios para la conservación de la biodiversidad en la Ciudad de México, investigadores de la Universidad Autónoma de México analizan el ajolote de arroyo de Montaña (Ambystoma altamirani) como especie sombrilla para la protección de los ecosistemas y los beneficios que proveen en favor del medio ambiente.

La investigación la realizan profesores del Centro de Investigaciones Biológicas y Acuícolas de Cuemanco (CIBAC), de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), en coordinación con la Secretaría de Medio Ambiente capitalina realizan, en colaboración con otras instituciones.

El doctor José Antonio Ocampo Cervantes, responsable del trabajo científico, manifestó que a diferencia de lo que ocurre con el comúnmente llamado ajolote mexicano, “el género endémico de la cuenca de México ha sido poco analizado y se encuentra en un peligro, aún más grande, que el Ambystoma mexicanum”; habita en las partes serranas de la urbe, sobre todo en la zona del Ajusco.

Indicó en entrevista que las metas son la atención y la resolución de los obstáculos a la preservación que enfrentan las poblaciones silvestres de ajolote de arroyo de montaña, indicadores de la calidad del entorno natural, con el fin de salvaguardar puntos clave para la provisión de servicios ecosistémicos.

Señaló que aunque esta especie de ajolote también existe en las Lagunas de Zempoala, la cantidad de ejemplares es muy restringida, por lo que no hay colonias para asegurar su crianza en cautiverio, en contraste con la amplia indagación sobre genética, regeneración y desarrollo embrionario y evolutivo de la que ha sido objeto el Ambystoma mexicanum.

Además de no haber sido prioridad, a la problemática se suman el cambio de uso de suelo donde se distribuye, la deforestación, las actividades agrícolas y la introducción de especies exóticas.

Ambystoma altamirani

Señaló que el Ambystoma altamirani produce una cifra muy pequeña de huevos, una sola vez por año, lo que hace a su población aún más vulnerable al cambio de temperatura, entre otros fenómenos, debido a lo cual “creemos que este esfuerzo de protección ayudará a cuidar a la vez el hábitat y a otros animales que viven en esos ecosistemas”, comentó Ocampo Cervantes.

Debido a que es “muy carismático –no llega a más de 17 centímetros, pasa a la fase terrestre y después se convierte en salamandra– nos interesa aprovechar la empatía que genera en la gente y lograr que esto favorezca a la rana de árbol, por ejemplo, que también está en riesgo por el cambio de uso de suelo y otras presiones medioambientales que afectan las zonas cerriles, incluidos bosques y aves”.

Ocampo Cervantes comentó que para alcanzar la preservación es fundamental involucrar a las comunidades del sitio pues, aunque se trate de un área natural protegida, grupos ejidales, ganaderos y el desarrollo de actividades humanas –la turística, entre ellas– inciden en el lugar.

Investigadores

Los investigadores han trabajado con vecinos de San Nicolás Totolapan y del Parque Nacional Desierto de los Leones, así como con la Dirección General del Sistema de Áreas Naturales Protegi-das y Áreas de Valor Ambiental, asociaciones civiles y otras entidades gubernamentales para hacerlos conscientes de la importancia del manejo de esta y otras especies, presentándoles el proyecto para que lo conozcan, aporten información y colaboren.

“Si los arroyos que quedan desaparecieran, también lo hará la fauna, por lo que es menester cuidarlos; por otro lado, la Ciudad de México afronta dificultades de abastecimiento del líquido, que comprende uno de los servicios más caros del mundo, lo que exige encontrar el equilibrio entre la subsistencia y el aprovechamiento sustentable de los recursos”, precisó.

Indicó que hasta ahora se ignora cuántos ejemplares de ajolotes existen, pero una de las etapas de la investigación será hacer un monitoreo en los sitios de análisis para determinar y aportar números más precisos sobre el tamaño de poblaciones para que los tomadores de decisiones hagan un manejo adecuado de los mismos.