Perfectibles, medidas de inclusión financiera

 

Urge formalizar finanzas populares para mejorar política del sector


Tras el anuncio que hizo el presidente Enrique Peña Nieto de la Política Nacional de Inclusión Financiera este martes, organizaciones del sector formal de finanzas populares admitieron que las autoridades deben detonar y ampliar sus objetivos, pues aún tiene puntos débiles que pueden mejorar.

Aunque, también destacaron que la iniciativa está alineada para que todos los participantes financieros colaboren en acciones concretas para combatir las causas estructurales de la pobreza en el país.

Asimismo urgieron a las autoridades a buscar la manera de detonar el alcance que puede brindar los intermediarios financieros no bancarios para resarcir la exclusión financiera entre la población.

Así lo manifestó María Eugenia Buttler, directora general de la Unión Nacional de Instituciones Financieras Mexicanas (Unifimex) al referir durante el anuncio del Foro del Sector Financiero Popular en México Conamic-2016 a realizarse el 28 y 29 de junio próximos, y tras subrayar que “el sector formal de las finanzas populares es una industria que el gobierno debería especialmente detonar y proteger”.

Más aún, pormenorizó, cuando el sector financiero informal únicamente retrasa el desarrollo económico de México ya que su operación, explicó, en definitiva no forma parte de la inclusión financiera.

“Es muy importante que el sector financiero popular formal tenga incentivos, esté bien protegido y obviamente que estos factores influyan para que el mismo se autorregule”, subrayó Buttler.

Por su parte, Gonzalo García, director general de la Asociación Mexicana de Entidades Financieras Especializadas (AMFE), externó que si bien la Reforma Financiera hizo su aporte para incrementar el otorgamiento del crédito, no necesariamente ha sido la panacea, por lo menos en lo relacionado con los intermediarios no bancarios.

Y es que, agregó Gonzalo García, todavía se tienen que hacer mucho más con la banca de desarrollo, con los fondos privados, o con la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) para que las entidades no bancarias obtengan un crédito más económico y que les apoye en ser más eficientes en los procesos, además de mejorar el malestar de su operación entre la población.