Shohei Ohtani, jugador de los Dodgers de Los Ángeles, abordó el escándalo de apuestas ilegales al que fue ligado y negó que haya apostado alguna vez en su vida.
“Nunca he apostado en el beisbol o en otros deportes y nunca he pedido a alguien que apueste a mi nombre. Nunca he estado en una casa de apuestas para apostar en algún deporte”, dijo.
Responsabilizó completamente a Ippei Mizuhara, su extraductor, por el problema que lo tiene en la mira de las Grandes Ligas.
Aseguró que Mizuhara robó dinero de sus cuentas bancarias y, para encubrirse, mintió sobre esto.
“Ha sido una semana difícil. Estoy triste y en shock al saber que alguien en quien yo confiaba hizo esto. Es difícil poner en palabras cómo me siento en este momento. Estoy más que conmocionado”, comentó.
Ohtani esperó casi una semana para dar su posicionamiento, después de que un par de reportajes revelaran que su nombre apareció durante la investigación que realiza el FBI en contra de una casa de apuestas ilegal que operaba en California.
El nombre de Shohei fue ligado a las deudas de juegos que adquirió Mizuhara, que es un amigo personal del beisbolista, además de fungir como su traductor.
Mizuhara confesó que adquirió una deuda millonaria de juego con la casa de apuestas que lideró Matthew Bowyer. El traductor, en primera instancia, dijo que Ohtani pagó directamente sus deudas, lo que sería considerado como un delito, al conocer de sus problemas económicos.
Un día después, el equipo legal de Ohtani desacreditó la primera versión de Mizuhara, pese que un portavoz del pelotero programó la entrevista, y afirmaron que el traductor había robado 4.5 millones de dólares de una cuenta bancaria de Ohtani.
Mizuhara volvió a ser entrevistado y reculó de su primera versión al decir que Ohtani no había pagado sus deudas y que no estaba al tanto de su adicción a las apuestas.
KJ
