Un día en Villa María del Triunfo, en el sur de Lima

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Por Lorenzo Rodríguez Blancas. Enviado

Lima, 1 Ago (Notimex).- Calles angostas y surcadas por un sinnúmero de puestos informales y pequeños locales comerciales es lo que abre este distrito a la afición del softbol. Sus moto-taxis son la singularidad de la cotidianidad.

Son como mini-automóviles de tres ruedas, pero acondicionados para el traslado rápido de las personas. Pasan en medio de los autos, parecen tener el control de la vialidad ante la inverosímil mirada del policía.

Sus colores amarillo y rojo asemejan un escarabajo que trepa por las avenidas, algunas sin pavimentar, de Villa María del Triunfo.

El paisaje de esta parte de Lima es avasallador. Los lugareños siguen su rutina diaria. Al comercio, al trabajo, ir con los niños a comparar víveres para la comida y así, sin parar, en medio de las moto-taxis, que son una plaga, pero cómo sacan del apuro.

Por 1.50 soles (unos seis pesos mexicanos), uno se “trepa” a ese aparato para recorrer no más de dos kilómetros. Se mueve incesante cual gusano que busca a su presa. Sólo que aquí es el pasaje que requiere llegar con el mandado o bultos de no sé qué.

Ligeros pendones en los postes de luz, de telefonía y también improvisados anuncian cuánta cosa para vender, para curar enfermedades y también para calmar la sed de una comunidad de contrastes.

“Leche de burra, te cura 20 enfermedades”, a todo lo que da. “Ponche de habas”, como para calentar los huesos que parecen entumirse por el frío que pega en Perú, donde la época invernal ha comenzado.

Pero también aquellos mensajes en los que se invita a la compra por internet, a conseguir dinero fácil y con pagos chiquitos. Los quioscos de revistas y de periódicos locales comparten banqueta con los puestos de fruta, hierbas curativas y cosas de limpieza doméstica.

Mientras, los escarabajos amarillos con rojos, casi todos ya con los estragos del tiempo, no dejan de recorrer estas calles de Villa María del Triunfo.

El “Messi” peruano camina lento. Es un joven con una playera del equipo de futbol del balompié español Barcelona, que vocifera la salida de los escarabajos, como quien en la parrilla de salida de una carrera autos, da la partida.

Dos niños juegan a ser grandes futbolistas. Uno toca el balón con sutiliza y el otro la desprecia. Con dos botes de bebidas hidratantes marcan su portería, siguen con su juego. Gritan y piden que los extranjeros jueguen con ellos.

“Uno jueguito, amigo, no vayas al sof. Esta mejor aquí”, trata de convencer Aníbal, quien ni se inmuta por el frío. Y es que a unos metros está el complejo deportivo “Abel Avelino Cáceres”, en donde se juega el torneo de softbol panamericano.

En las entrañas del distrito de Villa María del Triunfo, uno de los 43 distritos de la zona sur de Lima.

-Fin de nota-

NTX/LRB/PPS/PANAM19

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