Lo que dice el reglamento para evitar violencia en los estadios

25 de febrero 2015

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Los clubes tienen la obligación de ubicar en zonas específicas a la porra local para garantizar la seguridad, algo que la mayoría incumple

Autor del texto en Reporte Indigo: JUAN REYNA LOA

Garantizar la seguridad en los estadios de la Liga MX es tarea de todos los clubes, sin embargo la mayor parte de los equipos cumplen a medias.

Para evitar hechos como los acontecidos en Veracruz el 17 de febrero, los conjuntos están obligados a acatar las medidas que implica el Reglamento de Seguridad para Partidos Oficiales de la Federación Mexicana de Futbol en cuanto a la ubicación de porras locales y visitantes, sin embargo, instituciones como América, Cruz Azul, Guadalajara, Tigres, Monterrey, Atlas, Querétaro, Toluca, Puebla, Xolos y Morelia no lo obedecen en su totalidad.

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El artículo 28 de dicho estatuto, inciso “a”, apartado “b”, indica que los clubes deben “establecer de forma definitiva los lugares que ocuparán los Grupos de Animación credencializados en el estadio. Si la sede cuenta con 2 plantas, los Grupos de Animación deberán alojarse en la parte superior del inmueble”.

Los equipos antes mencionados tienen como sede un estadio con dos niveles de cabecera y sus principales barras o porras son ubicadas en algún apartado en la parte de abajo, mientras que en sólo tres de los inmuebles de los clubes citados (Azteca, Chivas y Universitario de Nuevo León) los hinchas visitantes son alojados en la parte superior.

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Los únicos clubes cuyo estadio cuenta con dos plantas y sí cumplen con esta medida son Pumas (con la ubicación de “La Rebel” en la zona del pebetero y los fanáticos visitantes en la cabecera sur) e irónicamente el Veracruz, que coloca ambas porras en la parte alta del Luis “Pirata” Fuente (conocida como General Sol).

También hay casos en donde una escuadra tiene hasta dos grupos oficiales de animación, como ocurre con América y los Diablos Rojos del Toluca.

En el Coloso de Santa Úrsula, las barras conocidas como “La Monumental” y “El Disturbio” ocupan la parte baja de la cabecera norte, mientras que en la alta se encuentra la “Ritual del Kaos”.

Algo similar ocurre en el Nemesio Diez con “La Banda del Rojo” (parte inferior poniente) o la emblemática “Perra Brava”, porra familiar ubicada en el apartado superior de la misma tribuna desde hace décadas.

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En clubes como Puebla, la hinchada conocida como “La Zkina” toma su nombre del lugar en el cual se ubican, sin haber sido reubicados pese a la remodelación del Cuauhtémoc y la instauración de otro “volado” o planta.

En tanto, en el nuevo estadio de los Rayados, a “La Adicción” se le ubicó también en la planta baja, detrás de la portería norte, aunque pegados hacia uno de los tiros de esquina, mientras que “La Irreverente” del Guadalajara también se ha alojado en una cabecera inferior desde que el estadio de Chivas abrió sus puertas en 2010.

Una misma porra a veces llega a “copar” las dos plantas, como son los “Libres y Lokos” de Tigres, aunque su ubicación original está en zona de gol norte del estadio Universitario, a un costado de la portería. En esa parte del inmueble, conocida popularmente como “La Jaula”, la hincha del campeón del futbol mexicano fue reubicada desde el 2004.

Otros conjuntos que llevan años alentando desde detrás de alguna de las porterías, en cabeceras inferiores, son “La Sangre Azul” (Cruz Azul), “La 51” (Atlas) y “Resistencia Albiazul (Querétaro).

Quizás por considerar inseguro que una masa de gente salte o se balancee durante todo el partido en aliento a su equipo, en la parte alta de algún estadio, lo cierto es que los mencionados clubes han pasado por alto este estatuto que marca el reglamento, situación que que la Liga MX ha hecho de la vista gorda.

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CREDENCIALIZACIÓN

Otro punto que marca la Federación Mexicana de Futbol como medida precautoria es que cada club debe entregar un padrón de credencialización de sus grupos de animación, según lo estipulado por el artículo 27.

De acuerdo con este estatuto “dicho padrón deberá contener por lo menos fotografía, huella digital, clave única de registro de población (CURP) y dirección del integrante”.

La famosa credencialización se inició entre 2010 y 2011 y se acrecentó con la instauración del nombramiento de “Liga MX” al campeonato mexicano en 2012.

“La Liga tiene claramente una normatividad que es la credencialización, esta nos permite tener claridad y transparencia con los grupos de animación, aunque es un poco complicado porque hay grupos que no quieren credencializarse y eso es difícil de controlar”, aseguró en septiembre de 2012 Decio De María, presidente de la Liga.

Las barras de Nuevo León como “La Adicción” o “Libres y Lokos” se opusieron en su momento, aunque el club tiene un control mediante la concesión de abonos, donde incluso se plasma la fotografía, como en el caso de la afición rayada.

En tanto, equipos como Puebla o Pumas aceleraron el proceso de credencialización en 2013 con sus porras.

Por el momento, se desconoce cuántos grupos de animación en México están credencializados y si todos los clubes cumplen.

ESTADIOS CON DOS PLANTAS

Los que incumplen: