¡Sorprendente!, sería la palabra idónea para calificar el resultado de una operación compleja, que duró más de 23 horas, en la cual se le transplantó un rostro a una mujer.
La operación benefició a Joanna, quien sufría neurofibromatosis, lo que hacía que su rostro se deformara por el tamaño de un tumor.
Joanna, de origen polaco, no podía comer, estaba afectada del sistema nervioso y su visibilidad y audición eran escasas.
Gracias a un novedoso procedimiento a Joanna le pudieron realizar, en 2013, un transplante de rostro, que dejó los siguientes resultados:
The Polish woman, known only as Joanna, had 80 per cent of the skin on her face transplanted in a 23-hour operation… https://t.co/Qv0o5BQ20x
— World Health News (@WorldHealthNews) 27 de octubre de 2016
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FF
