Choferes de Uber piden mejor salario

 

Amenazaron con organizar nuevas manifestaciones


Centenares de chóferes de Uber se manifestaron ayer en París contra la política salarial de la empresa estadounidense y su reciente subida de tarifas.

Varios centenares de vehículos se concentraron este jueves en las inmediaciones de la Porte Maillot, oeste de la capital francesa, para expresar su descontento por los bajos salarios que perciben.

Con carteles como “Uber vendedor de sueños” y “Uber esclavitud moderna”, los conductores causaron un importante bloqueo en el lugar en el que se encuentra el Palacio de Congresos de París.

Los bloqueos también provocaron importantes atascos en la salida de la capital hacia su principal aeropuerto, Charles de Gaulle.

Los conductores se quejan del escaso margen económico que les queda luego de pagar a la compañía su comisión, la gasolina y la renta del vehículo que utilizan para trabajar.

“Al final no me queda nada, ni tiempo para mi vida privada”, comentó uno de los chóferes a la prensa quejándose de que trabaja hasta 82 horas por semana en esta capital, donde legalmente la jornada semanal es de 35 horas.

Los conductores criticaron la subida reciente del porcentaje que Uber les cobra por formar parte de su red, que ascendió de 20 a 25 por ciento.

Además amenazaron con organizar este viernes una nueva jornada de manifestaciones en calles de París, que podrían extenderse a los aeropuertos de la capital del país europeo.

Por otro lado, la Torre Eiffel cumplió ayer su tercer día cerrada debido a una huelga de los trabajadores de la llamada “dama de hierro” decretada el martes.

Los accesos al monumento permanecieron cerrados a las 9:30 horas locales (7:30 horas GMT), hora oficial de apertura.

Miembros de la dirección de la torre, que gestiona la Sociedad de Explotación de la Torre Eiffel (SETE), negociaron durante toda la jornada de ayer con representantes sindicales pero no lograron llegar a un acuerdo.

Los representantes sindicales se quejan por la falta de transparencia sobre las decisiones estratégicas por parte de la dirección de la torre, que no atendería las demandas de los trabajadores, y en particular de una campaña de pintura en el monumento prevista para el otoño del año próximo.