Madrid no acepta las pantallas protectoras hechas por impresoras 3D

 

Una marca deportiva española produce maquetas y prototipos para fabricar viseras en 3D para evitar los contagios del coronavirus entre los sanitarios.


Joma, que estos días trabaja sin descanso para fabricar pantallas protectoras para que los sanitarios puedan desarrollar su trabajo con el mínimo riesgo de contagio posible.

Rubén Alba, diseñador de calzado de Joma, desvela que en la empresa han parado la producción de maquetas y suelas para destinar el cien por cien de su tiempo y material en la lucha contra el coronavirus: “Estamos fabricando material para nuestros sanitarios como estas viseras en 3D que, junto a una lámina de acetato, conseguimos una pantalla protectora tan necesaria para evitar el contagio del virus”.

El martes, la consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid les dio el visto bueno para uno de sus modelos. Pero este viernes los administradores de estos grupos de Telegram recibieron una nueva comunicación que anulaba la anterior.

Sin más explicación, el director general del proceso integrado de Salud, Manuel Ángel de la Puente, les hacía saber que quedaba sin efecto la luz verde que había dado tres días antes.

Un portavoz de la Consejería de Sanidad no precisó a este periódico a qué se debía el cambio.

La negativa es difícil de comprender porque médicos y enfermeros madrileños siguen faltos de protección por la dificultad de conseguir en el extranjero o en España mascarillas, guantes, viseras y otros productos útiles contra los contagios. El Ministerio de Sanidad no ha entregado suficiente ayuda a la Comunidad y aún no han llegado a Madrid desde China los aviones con esos recursos que prometió hace una semana la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso.

Desde que estalló la crisis, los sanitarios no han cesado de pedir equipos protectores en condiciones para evitar los contagios y la merma de personal como consecuencia de éstos en unos momentos tan críticos de la enfermedad. El SOS de los sanitarios se ha visto respondido rápidamente con las empresas del sector deportivo español. Así, Decathlon anunciaba que cededía todas sus máscaras de buceo (esnórquel) y las bloqueó de su venta, con el fin de que puedan ser utilizadas como protección para los sanitarios.

A los Coronavirus Makers madrileños el rechazo de la Comunidad les ha sentado como un jarro de agua fría. Rafael Contreras, un taxista de 43 años que fabrica y reparte, dice que después de días en los que ha entregado las viseras a médicos con lágrimas en los ojos, el sábado se topó en la puerta del Gregorio Marañón con un administrativo que le dijo que las cosas habían cambiado.

“Yo solo transmito la desesperación que veo en los ojos de los sanitarios a los que entrego, ellos son los que se enfrentan a jornadas interminables de trabajo desprotegidos porque los que les tienen que dar las EPIs (equipos de protección individual) no se los dan y ahora les ponen pegas con esto”, dice este taxista. Como otros taxistas madrileños, Contreras ha pasado los últimos días recogiendo puerta a puerta los productos hechos por los Makers para luego llevarlos a hospitales.