Cómo prevenir, junto con tus hijos, el abuso sexual infantil

 

Asesoría Educativa y Prevención ATI nos recomienda lo siguiente


POR SEBASTIÁN SERRANO/REVISTA CAMBIO

La verdad, los padres tienen un reto gigante, sobre todo ahora que el mundo real se empieza a mezclar cada vez más con ese universo digital tan amplio, profundo y a la vez pantanoso, en donde los niños pueden toparse en segundos con imágenes o información que no sabrán cómo digerir sin el apoyo necesario.

Además, aterra la situación con noticias sobre los pederastas y acosadores sexuales por Internet, de cómo se cuelan y manipulan los puntos débiles de los jóvenes para llevarlos incluso al suicidio. Hasta llegan a incidentes aberrantes como el de los Porkys, un grupo de adolescentes que violaron a una chica y presumieron su acto en las redes sociales, simplemente porque gozaban de la impunidad que sus padres les otorgaban.

Desde los lejanos tiempos de los faunos y las ninfas, incluso la confiada caperucita roja, la sexualidad y el abuso han existido.  Por eso es fundamental que nuestros hijos crezcan en esa tierra fértil de afecto, seguridad, naturalidad y confianza, que les dé el criterio de saber elegir y de decir “no” cuando consideren que es algo que les va a afectar.

Desde la casa les podemos dar las bases, pero la vida, las amistades, las parejas, las fiestas, los riesgos, los van a tener que enfrentar ellos con las herramientas que les proporcionemos.

Estrategias para prevenir el abuso

Con el fin de fortalecer en los niños las capacidades para intuir que hay riesgo, alejarse y pedir ayuda, desde Asesoría Educativa y Prevención ATI nos recomienda lo siguiente:

El buen trato. Un niño o adolescente que es tratado con dignidad, respeto físico y emocional en casa reconocerá cualquier tipo de maltrato fuera de ella. Es importante que se sienta escuchado y seamos para él ese adulto confiable al que puede recurrir.

Capacidad de reconocer sentimientos y sensaciones internas. Debemos despertar en ellos la capacidad de distinguir cuándo se sienten cómodos o incómodos en su relación con los demás. Es importante respetar su distancia permitiéndole decir no a besos o caricias que no deseen.

Enséñale a cuestionar lo que sucede a su alrededor. Que sea crítico para reconocer las situaciones ilógicas, frente a las peticiones del otro; que tenga las antenas listas con el objetivo de detectar la incongruencia, es fundamental para medir el riesgo.

Diferenciar entre secreto bueno y malo. Un secreto bueno es una confidencia que no debe romperse; un secreto malo es aquel que te da vueltas en la cabeza, te hace sentir miedo o incomodidad y, sobre todo, sabes que alguien está en riesgo.

Distinguir entre los miedos. Saber diferenciar los temores que se deben vencer, como el miedo a la oscuridad, y los miedos que resguardan, esos que te avisan que existe peligro y que debes protegerte.

Ensaya una ruta crítica de acción. Que identifique a un adulto confiable para que pueda buscarlo si lo necesita. Establece también una clave que pueda utilizar cuando se separe de ti y así pueda buscar tu ayuda. Nunca se debe cortar la comunicación con su red de seguridad.

Fuente: Asesoría Educativa y Prevención ATI. Elena Laguarda Ruiz.

TAMBIÉN PUEDES VER:
[twitter url=”https://twitter.com/CapitalMexico/status/1038543752577671168″]