Desde los primeros días del año, varios estados del país -incluyendo la Ciudad de México- sufren por la falta de gasolina en las estaciones de servicio. La situación ha provocado largas filas en las gasolinerías que aún tienen combustible para vender, así como molestia entre aquellos que han tenido que formarse durante horas para poder cargar ya sea de magna o premium, en muchas ocasiones por cantidades limitadas.

Todo esto se debe a la estrategia del gobierno federal para combatir el robo de combustible; de acuerdo con el presidente Andrés Manuel López Obrador y su gabinete, lo que ocurrió fue un cierre de ductos que transportaban los combustibles hacia todo el país para poder detectar y clausurar las tomas clandestinas que generaban más pérdidas.

Para surtir de gasolina, diesel y turbosina, se ocuparon pipas, las cuales fueron insuficientes por la sobredemanda provocada por las compras de pánico; además, las pipas no lograron cubrir todos los destinos en el tiempo deseado y se ha tenido que recurrir a autotanques de la iniciativa privada para acelerar la distribución.

Mientras la molestia de las personas aumenta y el presidente intenta calmar la situación, ingenieros especializados trabajan en localizar y clausurar las tomas clandestinas para poder reabrir los ductos y normalizar la distribución de combustible desde las instalaciones de Pemex hasta todos los puntos en los que es requerido.

Aunque pueda parecer que reparar una toma clandestina es solo cuestión de cortar la válvula, quitar manquera y tapar el agujero, esta labor es más compleja, debido a que lo que se transporta por esos ductos son materiales altamente tóxicos y flamables; cualquier error puede poner en riesgo a las personas que se encuentran en los alrededores y, por un descuido, podría ocurrir una tragedia.

EL PROCESO

De acuerdo con el ingeniero Francisco Martín Rodríguez Lezama,  quien durante su carrera se ha dedicado al diseño de refinerías, plantas de proceso y plataformas marinas, así como la impartición de seminarios y diplomados de estos temas, el proceso para clausurar tomas clandestinas de ductos de Pemex, una vez detectada, es el siguiente:

1. Escarbar hasta encontrar el ramal principal.
2. Limpiar de impurezas con presión de aire y/o chorros de arena; a este proceso se le conoce como “sandblasteo”.
3. Cortar el pedazo de ramal con todo y su sistema de válvulas clandestinas.
4. Colocar un pedazo de placa, a manera de “parche”, el cual se manda a realizar una vez que se tiene definido el tipo de “pinchazo” que tiene el ramal.
5. Soldar a penetración el pedazo de placa
6. Realizar la radiografía o ultrasonido a la soldadura para evitar que haya huecos que a la larga se puedan convertir en fugas.
7. Aplicar un acabado epóxico anticorrosivo al “parche” para evitar corrosión en la soldadura.
8. Volver a poner la tierra

Este método para clausurar tomas clandestinas en ductos de Pemex está avalado y ejecutado por expertos del Instituto Politécnico Nacional (IPN), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y la Universidad Autónoma de Chapingo (UACh).

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ODT