Jalisco, entre trenes, agua y reproches

 

En su primer debate, candidatos a gobernador prefieren golpes que ideas


Con reproches de tinte personal, ataques por el desabasto de agua en la zona metropolitana de Guadalajara y una deficiente iluminación, se llevó a cabo el primer debate entre los siete candidatos a la gubernatura de Jalisco.

En esta ocasión no hubo pantallas ni fondos fijos con la identidad del IEPC, pues detrás de la moderadora, Belén Zapata Martínez, y de los aspirantes sólo había un fondo negro, que más allá de dirigir la atención del espectador hacia quien hablaba, oscurecía por momentos a quien pretendía presentar sus propuestas de gobierno.

Así empezó el primero de tres encuentros entre los siete por Jalisco, con el abanderado del PAN en primer lugar, quien recordó a Ricardo Anaya como marco para presentar sus ideas para combatir el tráfico en Guadalajara y la sed que viven las familias en la entidad por la escasez del vital líquido y que afecta a las familias.

Después, se fue contra el del PRI, Miguel Castro, a quien le achacó que su partido no hizo nada cuando estuvo en el gobierno estatal y siguió con Enrique Alfaro, del MC, a quien acusó de dejar sin agua a 200 familias tras su gestión como alcalde de Guadalajara.

Pero la suerte no le duró mucho, pues la única candidata aprovechó la oportunidad para preguntarle qué opinaba sobre el matrimonio igualitario, talón de aquiles panista. En una especie de seguimiento a su planteamiento de velar por las familias jalisciences.

Mientras el blanquiazul respondía a Martha Rosa Araiza, se veía cuál sería la tónica que imperaría en las dos horas del debate.

Martínez Espinosa aseveró, nervioso, que la postura del partido respecto al matrimonio igualitario se decidió hace varios años en votación general entre los militantes y que ahora sólo quedaba adherirse a ella.

Todavía dudoso, continuó con que para el PAN el matrimonio es la unión entre hombre y mujer. Después intentó matizar la postura partidista con que “hay otras formas de convivencia con que se debe buscar un modo de conciliar y resolver sin enfrentar a la sociedad”.

El encuentro se planeó en cinco etapas, durante la primera los candidatos presentaron sus propuestas en movilidad, medio ambiente, desarrollo económico, empleo y salario, a lo que se añadió una pregunta por candidato —de un contrincante— y su respuesta.

De ahí los ataques llegaron en cascada, pues única mujer, quien va por el Partido Nueva Alianza, acusó que el del PRI no apoya a las mujeres y lo citó diciendo que Jalisco está preparado para ser gobernado por una, pero en seis años. “Castro, puedes votar por mí, no seas machista“, le lanzó.

Sin embargo, el del tricolor atajó retando su “competencia” a someterse al detector de mentiras, hacerse un examen antidoping y otro de salud mental. Después fue más allá y los invitó a reunirse el 21 de mayo en la plaza Fundadores para mostrar los resultados y hasta hacer públicas sus declaraciones patrimoniales; todo sobre la mesa, afirmó.

Aunque el de Morena-PT-PES, Carlos Lomelí, agarró parejo, pues dijo que el “PRIAN” hundió a México y remató con una cartulina blanca con una dirección electrónica en medio, de cabeza, que primero presentó como correo electrónico y después aclaró que era la página web en la que publicará información que desmitifique todo lo que sus adversarios han dicho sobre él.

“Del tamaño de su calumnia es el tamaño de su miedo”, les dijo en un intento por acabar con las acusaciones de corrupción alrededor de la construcción de una torre para su empresa, Lomedic.

Enrique Alfaro, del MC, reviró anunciándole que dentro de poco presentará las pruebas, con sus respectvas denuncias penales, de un fraude por 500 millones de pesos que supuestamente realizó el de Morena al cual, dijo, sí tendrá que responder.

Salvador Cosío, del Verde, trató de visibilizar a las víctimas de la inseguridad, cuando sin mencionar nombres, pidió un minuto de silencio durante el cual mostró carteles con cifras sobre el tema y la violencia.

Después llegaron la segunda con sus réplicas, la tercera con contrarréplicas, la cuarta con papeletas, que fue cuando los aspirantes desarrollaron un poco más sus propuestas, y la quinta, con sus conclusiones.

Entre réplicas y ataques, los siete aspirantes echaron culpas y afirmaron ser la mejor opción para sacar a Jalisco adelante.

Aunque en lo que sí coincidieron, fue en la necesidad de incrementar el suministro de agua en la capital estatal, así como en la creación de trenes urbanos para conectar la urbe con localidades como Tlajomulco.

Además de renovar y reorganizar el transporte público que da servicio en la zona metropolitana de Guadalara, pues reconocieron que, aparte de obsoleto no ofrece un servicio de calidad, pues aseguraron que sus operadores van más por el negocio que éste representa, que por servicio público.

Mientras en el primer debate por la gubernatura el exalcalde de Tajomulco y Guadalajara fue quien demostró más seguridad frente a los seis, el próximo encuentro oficial entre los siete se llevará a cabo el domingo 27 de mayo en Puerto Vallarta.