La reforma energética del Ejecutivo da continuidad a los contratos privados, sin que implique un fraude a la ley, señala Padierna Luna

Comentó que para lograr su sueño privatizador, los neoliberales debilitaron deliberadamente a las empresas públicas del sector energético.
Yvonne Reyes Publicado el
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La iniciativa de reforma propuesta por el Ejecutivo a la Ley de la Industria Eléctrica se inscribe en un conjunto de acciones que el Gobierno Federal ha desplegado para asegurar que Pemex y la CFE recuperen su papel central en nuestro desarrollo soberano e independiente, aseguró la diputada de Morena, Dolores Padierna Luna.

“En el caso del sector eléctrico, las acciones se han centrado en atender el aumento de la demanda mediante la rehabilitación y ampliación del parque de centrales de la CFE, dando prioridad a las regiones desatendidas en pasadas administraciones. Igualmente, la empresa pública se ha dado a la tarea de rehabilitar y aumentar la potencia de las centrales hidroeléctricas por sus grandes ventajas económicas y ambientales”, manifestó.

La vicepresidenta de la Cámara de Diputados preciso que la iniciativa del Ejecutivo propone dar continuidad a los contratos que no hayan implicado fraude a la ley; suprimir los subsidios a las empresas eléctricas privadas; despachar con prioridad la electricidad generada por la CFE; otorgar acceso a la red eléctrica siempre y cuando sea técnicamente factible; y apoyar a la CFE con los recursos e instrumentos del Estado.

Asimismo, refirió que la iniciativa mantiene la participación de los privados, pero sin los pagos excesivos creados por el marco jurídico anterior y se propone, como todas las acciones de este gobierno, obtener un beneficio para las mayorías, con un servicio eléctrico de calidad y a precios accesibles.

“México necesita que el abasto de electricidad sea seguro, poner fin al gigantesco endeudamiento de la CFE y, sobre todo, que no aumenten las tarifas eléctricas en un momento de dificultades económicas derivadas de la pandemia”, concluyó.

Comentó que para lograr su sueño privatizador, los neoliberales debilitaron deliberadamente a las empresas públicas del sector energético.

“Se trató de una política de pillaje que, al amparo del Pacto por México, que en unos meses estará en la boleta electoral, se profundizó en el sexenio pasado, cuyas reformas, ahora sabemos a plenitud, fueron producto de sobornos a los legisladores”, enfatizó.

Dijo que el solo hecho de que las reformas fuesen aprobadas vía millonarias dádivas a diputados y senadores sería suficiente para afirmar que son contrarias al interés nacional.

“La reforma se tradujo en un piso disparejo, en el cual los privados compiten con todas las ventajas en tanto empresas como la Comisión Federal de Electricidad, cargan con las pérdidas y subsidian, literalmente, a sus supuestos competidores”, indicó.

Señaló que el Pacto por México prometió inversiones, mayor producción y tarifas reducidas, pero ninguna de esas ofertas se hizo realidad, pues en los hechos, la reforma de Peña Nieto se tradujo sólo en negocios lucrativos para empresas particulares y políticos corruptos.

Para las empresas públicas, la reforma significó quedar en ruinas, endeudadas, con capacidades productivas disminuidas, mercados reducidos y una regulación destinada a favorecer a los particulares, concluyo Padierna Luna.

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