Llama Ana Lilia Rivera a impedir que el maíz sea mercancía controlada por grandes monopolios

 

La presidenta del Senado de la República, Ana Lilia Rivera Rivera aseguró que el maíz es el corazón y alma de México, por lo que se debe proteger a este grano que es la fuente de nuestra alimentación, al evitar que se convierta en una mercancía controlada por los grandes monopolios internacionales.


La presidenta del Senado de la República, Ana Lilia Rivera Rivera aseguró que el maíz es el corazón y alma de México, por lo que se debe proteger a este grano que es la fuente de nuestra alimentación, al evitar que se convierta en una mercancía controlada por los grandes monopolios internacionales.

En entrevista posterior al asistir a la exposición “Tonacayotl, nuestro sustento”, del artista plástico Santiago Robles, la senadora por Morena recordó que la Ley Federal de Fomento y Protección al Maíz Nativo declara a este grano como patrimonio de México, fundamental para asegurar el derecho humano a una alimentación sana.

Sin embargo, la Secretaría de Desarrollo Rural no ha convocado a las instancias correspondientes para crear el Consejo Nacional del Maíz, que se encargará de establecer las políticas públicas para su fomento y protección, así como para evitar, a través de reglamentos de salud, el consumo de maíz transgénico, puntualizó.

Durante la inauguración que estuvo a cargo del senador José Ramón Gómez Leal, de Morena, la presidenta del Senado llamó a evitar que el maíz se convierta en una mercancía controlada por los grandes monopolios internacionales, para no poner en riesgo la soberanía alimentaria de nuestro país e impedir que se encarezcan los alimentos.

Subrayó que desde la Cámara alta “podemos hacer una gran campaña de difusión de esta ley, que ya existe; y una gran campaña de información sobre lo importante que es para la soberanía de México, para que el maíz no sea contaminado por transgénicos y que por supuesto tengamos derecho a un consumo informado”.

Ante ello, dijo que hoy “nosotros intercambiamos semillas, no tenemos que pagar impuestos por ello. Nosotros sembramos y podemos producir sin tener que pagar por almacenarlos, “pero si perdiéramos estas semillas -que son libres de patentes, de control comercial-, se puede llegar al extremo de pagar por sembrar, por guardar, por comercializar, por intercambiarlas”, advirtió.

Ana Lilia Rivera consideró que estas fuentes nativas de alimentación “no pueden ser contaminadas, no podemos jugar genéticamente con ellas, con las variedades de nuestro maíz, solamente por intereses de unos cuantos”, porque esto provocaría “millones de ganancias para ellos y una pérdida histórica y brutal para el pueblo de México”.

AGM