“No tenemos alerta en Juchitán porque la robaron”

 

Los habitantes sintieron minutos de angustia y terror


El jueves 7 de septiembre a las 23:49 de la noche, los habitantes de Juchitán, Oaxaca, sintieron los minutos de angustia y terror como nunca antes, pues aunque aseguran estar acostumbrados a los temblores jamás de tal magnitud como el de 8.2 que dejó más de 30 muertos en el municipio.

El poeta Guillermo Coutiño Aquino, quién es oriundo de Juchitán, contó que “a todo el istmo lo agarró desprevenido, no esperamos que se alargara tanto y se sacudiera de tal manera”.

En Juchitán no hubo alerta sísmica que previniera a los pobladores, pues el poeta y sociólogo aseguró que el gobierno municipal anterior sí entregó el equipo, pero a los dos días lo robaron de las oficinas de Protección Civil, lo cual los dejó en desamparo.

“La tragedia nos superó de alguna manera, fue un momento muy terrible porque no esperábamos ver todo lo que vimos. Cuerpos dentro de las casas destruidas. Fueron momentos de desesperación”, dijo.

Coutiño afirma que aunque el ánimo está decaído, puesto que una de tres casas del municipio quedó inhabitable y las estructuras emblemáticas como el ayuntamiento, el mercado y el centro cultural quedaron destruidos, los juchitecos recuperaron su solidaridad.

“Se estaba perdiendo la solidaridad, había un alto número de violencia, éramos de los municipios más violentos de Oaxaca y con el temblor cambia la perspectiva, los vecinos se empezaron a ayudar entre ellos, a solidarizarse”, dijo.

No obstante indicó que el municipio no cuenta con la ayuda del gobierno local. “Están actuando de manera lenta. Los protocolos para entregar la ayuda han sido un poco torpes, se presentan quejas de que no se les entregan las despensas. Lo podemos entender tal vez por la parte de que no tienen experiencia en estos casos”, dijo.

Ante las pérdidas de sus negocios, casas y el temor de las réplicas, las cuales “aún son muy fuertes” y algunas suceden por la noche, los juchitecos perdieron el sueño y viven con una sensación de desesperanza y abandonado de la autoridad.

“Varios vecinos dicen que ni siquiera los buenos días pasa a dar la presidenta municipal (Gloria Sánchez López)”, declaró.

A pesar del abandono que sienten de la autoridad, los juchitecos que viven fuera de la comunidad no los olvidan pues gracias a ellos, la ayuda llega al municipio ya que les han mandando camiones con víveres.

“Tenemos muchos juchitecos e istmeños por toda la República y sobre todo en la Ciudad de México y son los que están organizando las colectas de víveres. Nuestros familiares están organizando las colectas en sus colonias”, declaró.