Qué es la música synth pop y cómo se ha desarrollado en México

 

Un fenómeno no solo tecnológico, sino cultural


JORGE FLORES / DISONANTES.MX

En México, los sonidos sintéticos se escuchan aquí y allá gracias a las nuevas propuestas musicales que nacen a partir de la proliferación tecnológica para crear desde lo digital. Es un movimiento que revive al synth pop.

Aunque nunca apagó el switch, el synth pop descansó por un breve periodo y le cedió la plataforma a otros géneros. Después de su dominio cultural en los 80, durante un par de décadas los ritmos heredados de The Human League, OMD o Depeche Mode descansaron un poco de la fama.

Durante la primera década del 2000 y la cuarta revolución tecnológica, llegó la democratización digital; por fin hubo software y hardware al alcance de prácticamente todas las capacidades técnicas y económicas.

Un fenómeno no solo tecnológico, sino cultural. Las comunidades virtuales han generado una necesidad casi básica por destacar, para que los likes y los sharesnos conviertan en algo real dentro de la red: sino me comparten no existo.

Así es como en un mismo universo hoy se mezclan aquellos con el hambre artística de expresarse con la música, con los otros que buscan mediante esta ser tangibles en el cosmos de la big data. En su concepción son ampliamente distintos, aunque en el desarrollo el talento y la propuesta conviven en una misma escena que hoy se viraliza en las redes, foros y playlists.

La obligada evolución también hizo efecto en el género. Las características primigenias del synth pop siguen ahí, pero como un androide futurista multiforme, lo artificial de sus beats y samplers logró mutar en estilos que se camuflan y fusionan entre el dream pop, el new wave, el rock, hip y trip hop; en resumen, cualquier escena o género que sepa mezclarse con el folclor digital de las cajas de ritmo, los sintetizadores y las luces de neón.

Hoy los gadgets y los programas de producción musical están al alcance de un clic en “comprar ahora” en Amazon o en un torrent en la red. La jungla multitaskde los fotógrafos de Instagram –los activistas de sofá– también incluye una gama de músicos sintéticos que a pesar de que pudiera parecer contraproducente en el discurso, en la práctica tanta oferta le ha dado una nueva cara a la música mexicana, una cara positiva; qué bueno que sea tan fácil hacer, la diferencia recae en hacerlo bien.

En ese bien hacer, de norte a sur y de este a oeste el synth pop ha tomado relevancia en las propuestas creativas en México.

En la capital del país encontramos a Shiro Schwarz: Rafa Marfil y Pamela Rojas forman este dúo electropop que nació del techno ya desde el 2011 y que ha recorrido varios países demostrando que desde México el synth también habla varios idiomas.

En Guadalajara, Duque es una banda clásica del género, y lo digo por su estilo, sus formas y hasta el look de los suyos. Desde el 2015 el cuarteto ha demostrado que las influencias de Camouflage o INXS suenan bien al estilo mexicano. Otro para recomendar en la perla tapatía es Yogui. El también guitarra y sintetizador de Technicolor Fabrics formó desde el 2013 un proyecto en solitario al que le pone todo lo electrónico que ya nos mostraba en TF.

Por supuesto que en mi tierra, desde León, también hay de dónde sacar buenos beats: Budaya, Maya y Tulio llevan ya 4 años presentes en la escena regional como esa gran banda en el género que propone e innova. Su sonido, que se funde entre lo orgánico y lo sintético, dio ese brinco necesario para alcanzar los festivales, medios y oídos nacionales. Hoy es una de las bandas más importantes de esta zona del país.

Otro dueto es Valsian. Eunice Guerrero y Óscar Domínguez formaron este proyecto desde el 2014, una idea apegada al dream pop que se mueve mucho entre la melancolía y los compases definidos.

En el norte, por poner un ejemplo, está sailwway (así, sin mayúscula). Esta nueva propuesta es liderada por Fernanda Fuentes; y así como Valsian, sailawway viaja en los circuitos del dream pop, aunque en un tono más profundo y con una melancolía pintada de azul. También en el norte del país, un poco más al oeste, en Tijuana tenemos a Ethics, quienes al igual que sailawway estuvo en el pasado Festival Nrmal. Con un synth pop más prendido y bailador los de Baja California también son dignos representantes del México sintético.

Y al otro extremo del país está el cuarteto yucateco de Alice True Colors, synth pop tropical que desde el 2013 compone canciones hechas y derechas para la fiesta.

El talento y el trabajo sigue siendo la materia prima cuando se espera que un proyecto llegue más allá del hobby de juventud, y gracias a la accesibilidad tecnológica, física y digital, las oportunidades para quienes desean crear música se han multiplicado.

Aquí en México el synth pop ha renacido con otros matices, pero en gran cantidad. La sociedad sintética y artificial se ha transformado en emociones, en letras, en ritmos, en proyectos que ahora caben en nuestra lista en Spotify.