Por cuatro horas, del Ángel de la Independencia al Zócalo capitalino, en las calles retumbaron los cantos, consignas y exigencias de los padres de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, acompañados por alumnos de la Escuela Nacional de Arte Teatral, quienes exigieron el esclarecimiento de la muerte de tres jóvenes en Tonalá, Jalisco.
Ambos contingentes sumaron el blindaje de diversas organizaciones para exigir al presidente Enrique Peña Nieto “justicia por todos los jóvenes estudiantes desaparecidos” y que hasta ahora las autoridades han dado por muertos.
“Este maldito gobierno mentiroso no nos ha ayudado, siempre nos ha dicho mentiras, pero no nos vamos a rendir hasta encontrarlos”, dijo entre lágrimas Metodia Carrillo, madre de Luis Ángel Abarca Carrillo, estudiante desaparecido de Ayotzinapa.
Este jueves se cumplieron 43 meses de su desaparición, y los papás, a gritos sobre Reforma, dijeron que en este tiempo han “visto la corrupción, la displicencia, la falta de compromiso de este gobierno para ofrecer justicia a las víctimas”.
En tanto, estudiantes de cine dijeron que se sumaron a la marcha para exigir claridad en la muerte de los jóvenes de Tonalá. “Elevaremos nuestra voz, y con la frente en alto, exigimos a este gobierno corrupto la presentación con vida de los estudiantes de Ayotzinapa, y justicia para los estudiantes de cine”, añadieron.
Enrique Garás, de la Escuela Nacional de Arte Teatral, indicó que el próximo viernes marcharán del Ángel de la Independencia a la Secretaría de Gobernación para entregar su pliego petitorio. Que primero esperarán las movilizaciones y actos que lleven a cabo los estudiantes de Jalisco.
Además, dijo, buscarán un encuentro con los candidatos presidenciales para hacerles llegar sus demandas.
“Hay que seguir levantando la voz, que nadie se ponga enfrente, que nadie nos diga que nos callemos, a todos nos corresponde saber la verdad.
“Preparemos el terreno, preparemos las calles, pues seguiremos levantando la voz hasta el 2 de octubre, porque esa era la misión de nuestros hijos y por eso no están aquí”, se escuchó mientras avanzaban.
