Ricardo Monreal busca pena de hasta 4 años de prisión a quien cometa delitos de tortura y tratos crueles

Ricardo Monreal Foto: Internet
Ricardo Monreal Foto: Internet 

El legislador por presentará una iniciativa para aumentar la pena de prisión aplicable al delito de tratos o penas crueles, inhumanos o degradante.


El senador Ricardo Monreal Ávila recordó que, en la historia de México, la tortura y los tratos crueles han sido una práctica empleada por autoridades en agencias de ministerios públicos, delegaciones y otras instituciones, con el objetivo de obtener información sobre algunos delitos, movimientos sociales o políticos.

Ante ello, el legislador por presentará una iniciativa para aumentar la pena de prisión aplicable al delito de tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes que actualmente está contemplada de tres meses a tres años de prisión, para pasar de uno a cuatro años.

De esta manera se pretende erradicar la tortura y los tratos crueles, así como avanzar en la protección y defensa de los derechos humanos, por lo que su propuesta que plantea reformar la Ley General para Prevenir, Investigar y Sancionar la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes.

El también coordinador del Grupo Parlamentario de Morena busca así eliminar “esta terrible práctica que afecta los derechos humanos de las personas y que por años ha robado la paz y la tranquilidad de las víctimas”.

Además del aumento de las penas, el legislador plantea tipificar las conductas referentes a la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos y degradantes cometidas por particulares con aquiescencia, apoyo o autorización de un servidor público.

Propone derogar del artículo 162 del Código Militar de Procedimientos Penales la excepción que establece que la persona imputada permanezca más de dos años en prisión preventiva por alegar que ha sido víctima de tortura, ya que esto desincentiva que tal práctica se denuncie y que se documenten este tipo de casos, además de contrariar el sentido de la norma al perjudicar a la víctima.

Con el fin de prohibir y erradicar este problema, detalla, nuestro país cuenta con un marco jurídico nacional e internacional en la materia. Sin embargo, apunta el senador, aún resta un extenso camino por transitar a fin de eliminar por completo esta práctica, la cual aún se utiliza como medio para castigar o generar temor en las víctimas, llegando así a transgredir sus derechos humanos.