Las argucias del señor López

AMLO dará seguimiento a la elección del 6 de junio
 

Aunque no lo quiera aceptar, hoy es un hombre rico que vive en Lomas Altas


En este país hay muchas personas que se han especializado en violar la ley sin sufrir castigo alguno. Y uno de ellos sin lugar a dudas es el señor Andrés Manuel López Obrador, quien con todo y que ha presumido durante mucho tiempo de su “Honestidad Valiente”, la realidad indica que no es más que un simple estafador, porque ha obtenido riquezas a través de la trampa, delitos, abuso de confianza, o simplemente de la mentira, que es el ardid que más ha utilizado durante su vida.

La presentación de su declaración “3de3” lo retrata tal cual, como ha sido siempre: evasivo y mentiroso. Pero también es un excelente comunicador porque amplios sectores de la población le creen todo lo que afirma y en la mayor parte de las ocasiones hasta lo defienden. Este es un fenómeno recurrente en la personalidad del señor López, y por consecuencia, ha sido vacunado ampliamente y no le hacen mella las acusaciones de sus adversarios.

Lo que no entienden es que lo que dice, señala, refuta, platica y hasta critica, no está dirigido a quienes integran “las mafias del poder”, sino a esos hombres y mujeres que pasan penurias un día sí y otro también, y que han acumulado un brutal odio contra los políticos del país, a quienes identifican como corruptos porque sus ancestros así lo relataban, y sin duda, ellos lo seguirán haciendo con su descendencia.

Sin lugar a dudas el señor López Obrador ha sido el político que mayores recursos económicos ha tenido en la historia del país, y por fortuna, debemos admitirlo, no ha logrado alcanzar su máxima aspiración: ganar la Presidencia de la República. Pero también hay que decir que es un hombre con una alta capacidad para mentir, y aunque a muchos no les guste aceptarlo, infinidad de mexicanos le creen.

Ha dispuesto de cientos de millones de pesos a lo largo de su carrera política.

El primer pago que recibió de Manuel Camacho Solís por levantar un plantón en el Zócalo fue de 408 millones de pesos, que personalmente le llevó Marcelo Ebrard a Ixtapaluca. Después no hubo freno, fue subvencionado por empresarios y políticos para que dejara de hacer de las suyas, y fue creciendo y enriqueciéndose.

Aunque no lo quiera aceptar, hoy es un hombre rico que vive en Lomas Altas, en un lugar llamado “La Toscana”, donde alguna vez existiera La Colina del Perro.

Dispone de enormes cantidades de dinero para hacer proselitismo, pero el problema es que nadie, ni la autoridad electoral, ha podido o querido detenerlo. La razón es simple: le tienen miedo.

Al tiempo.

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