Destinarán a ciencia y tecnología 1.5 del PIB

 

Ahí debería estar centrado el debate nacional, y no en las múltiples estupideces en las que están enredados los aspirantes y suspirantes


El crecimiento económico de las naciones depende cada día más de la innovación científica.

La ciencia es un motor clave en la economía de las naciones.

En el mercado de valores de Estados Unidos, 80 por ciento de las ganancias actuales se las deben al sector tecnológico.

Sirvan esas tres ideas para exigirles a los aspirantes a la Presidencia que eleven el nivel del debate; a este reportero ya lo tienen hasta la madre con sus lugares comunes, sus frases hechas y sus 10 ideas memorizadas, repetidas en todos los foros y entrevistas.

Este país está a punto del colapso entre la criminalidad, la impunidad y los bajos niveles educativos. Ya no aguanta México con la corrupción galopante, iniquidad y maldita desigualdad.

Por ello, vale la pena rescatar las propuestas del candidato José Antonio Meade, de la coalición Todos por México:

Incrementar los recursos para ciencia y tecnología, a fin de destinar 1.5 por ciento del PIB; más financiamiento a instituciones públicas para ampliar la oferta educativa; que ningún interés político subordine o secuestre la Reforma Educativa; incrementar la cobertura de educación superior para llegar al 60 por ciento; becas “sí o sí” para evitar la deserción en nivel preparatoria; apoyos para la transportación y movilidades de los estudiantes y apoyar la agenda 2030 de la ANUIES (Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior).

Ahí debería estar centrado el debate nacional, y no en las múltiples estupideces en las que están enredados los aspirantes y suspirantes.

Ya no queremos videos ingeniosos contra nadie, ni memes chistositos; ya estamos saturados de guerra sucia a través de nuestros teléfonos inteligentes y de los millones de spots muy mal producidos. Lo que deseamos es la confrontación de propuestas, esgrima mental, que nos dejen claro el modelo de nación que queremos. Aún hay tiempo, pero inicien hoy.

La elección del 1 de julio no escogerá al sucesor de Peña Nieto nada más; sino definirá el rumbo que habremos de tomar todos nosotros.