El auge de espacios vivienda-trabajo

El 63% de las empresas que adaptaron la modalidad home office durante la pandemia han mantenido el esquema al menos de manera híbrida.
Ing. Gustavo Tomé Velázquez Publicado el
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El cambio en el mercado de la vivienda provocado por los trabajadores a distancia tiene implicaciones más amplias para el vínculo entre la vivienda y el mercado laboral.

La distancia y el tiempo de desplazamiento a los centros de trabajos ha dejado de ser una variable para considerar la renta de un inmueble; mientras que una de las tendencias más destacadas está siendo el creciente interés por mudarse a zonas más asequibles y alejadas de las zonas de oficinas.

La posibilidad de trabajar de forma remota ha brindado a las personas la libertad de buscar viviendas que se ajusten mejor a sus necesidades y preferencias individuales, modificando los requerimientos imprescindibles de una vivienda. 

Un estudio basado en el análisis de la Encuesta Nacional de Vivienda mensual de Fannie Mae, revela que el 63% de las empresas que adaptaron la modalidad home office durante la pandemia han mantenido el esquema de teletrabajo al menos de manera híbrida, es decir, con al menos un día de trabajo desde casa; esto a razón de que han observado un incremento en la productividad de hasta el 42%, aunado a una mejora en la salud mental de sus colaboradores. 

Este cambio radical ha desencadenado una serie de transformaciones en el mercado de la vivienda, con implicaciones profundas en la forma en que las personas eligen sus hogares y en la configuración del entorno laboral. El desplazamiento de los trabajadores ha aumentado los alquileres en lugares más asequibles fuera de los centros urbanos o al menos, fuera de las zonas de oficinas de las ciudades más importantes del país. Con base en un estudio realizado en 2023 por la Oficina de Investigación Económica en Estados Unidos, se reveló que el teletrabajo liberó la elección de residencia de muchos profesionales en diferentes países, incluyendo México, para mudarse a zonas más tranquilas o donde pudieran permitirse un espacio más amplio, por el mismo costo de las periferias de oficinas. 

A la hora de comprar o arrendar un inmueble, los nuevos requerimientos de los consumidores priorizan características como la luminosidad, áreas exteriores como jardines, balcones o terrazas y la disponibilidad de habitaciones adicionales que puedan funcionar como espacios de trabajo. Esta evolución en las preferencias de los propietarios o inquilinos de un inmueble, ha llevado a una demanda en viviendas con sistemas de aislamiento para construir una atmósfera tranquila para sus horas de oficina y tecnologías que promueva el ahorro energético, considerando el gasto de los servicios que implica la modalidad de teletrabajo. 

Este fenómeno demográfico que se originó a partir del confinamiento está impulsando la construcción de viviendas más sofisticadas que cumplan los requisitos necesarios para hacer el centro de trabajo dentro de los mismos hogares, sin que se sacrifiquen los espacios de relajación y esparcimiento que con la modalidad home office obtienen una importancia aún mayor en los hogares. Y es que a qué trabajador home office no le gustaría tener un espacio propio sin el ruido originado en la sala de estar o sin tener que mover la computadora de la mesa cada que se vayan a consumir los alimentos. 

El auge del trabajo remoto está transformando tanto el mercado de la vivienda como el entorno laboral, dando lugar a una nueva era de flexibilidad y adaptación. A medida que las empresas y los trabajadores se adaptan a este nuevo paradigma, es probable que veamos cambios continuos en la forma en que vivimos y trabajamos, con un enfoque renovado en la búsqueda de un equilibrio entre la vida profesional y personal.  

ING. GUSTAVO TOMÉ VELAZQUEZ 

RGH

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