Naranja peligrosa

Naranja peligrosa
Naranja peligrosa 

La historia del Dante Delgado frente a los demás partidos es de choque y rencillas, por ello es capaz de reventar el sistema político-electoral, usar a Álvarez Máynez como bate de béisbol y poner sobre la mesa la amenaza de evitar un escenario tenso como el de 2006.


Dobleces |

Naranja peligrosa

Israel Mendoza Pérez

@imendozape

La postulación de Jorge Álvarez Máynez, como primer candidato a la presidencia de Movimiento Ciudadano, en la historia de ese partido, se entiende como una medida desesperada de Dante Delgado, por impulsar a un aspirante propio capaz de entender sus designios y resentimientos hacia los demás partidos políticos contendientes.

Sin embargo, en esa lealtad al septuagenario dirigente, se pone en riesgo entrar de lleno a un ambiente de crispación política como el actual. En este punto, la candidatura de Álvarez Máynez pone en peligro, por los propios antecedentes, de Dante Delgado, el desconocimiento de los resultados, en la noche del 2 de junio, y abonar a un escenario más enrarecido.

Tanto, Álvarez Máynez como Delgado Rannauro tienen experiencia de lo que significa el desconocer los resultados electorales en una contienda presidencial. Lo visto en 2006 tras la derrota de Andrés Manuel López Obrador frente a Felipe Calderón fue el cataclismo en la Ciudad de México con el cierre de Avenida Reforma durante 48 días. Ese escenario parecido se tiene con Dante Delgado y Jorge Álvarez, en la actualidad y el choque frontal con los partidos en contienda.

Hace 18 años de ocurrida aquella manifestación postelectoral, Dante Delgado formaba parte del círculo cercano de López Obrador y Álvarez Máynez tenía menos de cinco años como militante del PRD. Así que acompañaron la protesta y legitimaron las acciones tomadas, por parte de la “Coalición Por el Bien de Todos” para acrecentar y justificar la acusación de “robo de la elección”.

Ahora, con Álvarez Máynez como el candidato oficial de Dante Delgado, las elecciones a celebrarse en 124 días se deben tomar como una advertencia de tener entre los contendientes a personajes que están dispuestos a tomar calles y desconocer los resultados si nos lo satisfacen. Y es que, el candidato del partido naranja es el sotanero en las mediciones. Según, las encuestas, su nivel de cocimiento entre la población ronda el seis por ciento. Con esos magros resultados en los estudios demoscópicos y con los rencores políticos de Dante Delgado se tiene a un partido peligroso en la contienda. Capaz de llevar la protesta a los límites y las acusaciones hasta los tribunales, si no es que llegar a la inestabilidad política después de los comicios.

Con emece, en esta lucha electoral, se gesta la reedición de la lucha de los resentidos. Dante Delgado detesta a todos los partidos con los que a lo largo de 20 años llevó a cabo alianzas y no logró un crecimiento exponencial de su partido. Incluido el PRI que fue el partido con el único que no ha hecho alianza, pero le guarda un recelo porque fue la vieja estructura partidista la que impulsó su estancia en el penal de Pacho Viejo.

La historia del Dante Delgado frente a los demás partidos es de choque y rencillas, por ello es capaz de reventar el sistema político-electoral, usar a Álvarez Máynez como bate de béisbol y poner sobre la mesa la amenaza de evitar un escenario tenso como el de 2006.

RGH