No debe haber recortes presupuestales a quienes garantizan la democracia

Por Kenia López Rabadán*

Sin duda, un tema que está en el debate público, son los presuntos recortes presupuestales que pretende implementar el gobierno federal a las instituciones que garantizan la democracia. Este tipo de actos, sólo demuestran la incapacidad de Palacio Nacional de respetar los contrapesos del poder público.

Queda claro que el INE no debe tener ningún recorte y mucho menos en un año electoral. El Poder judicial no debe sufrir las consecuencias de los berrinches presidenciales porque hoy más que nunca han demostrado que están para defender a la Constitución y a los mexicanos. El INAI tampoco debe ser sujeto de recortes, la transparencia es un derecho humano y no puede haber retrocesos.

Si un recorte presupuestal pone en riesgo el recuento de votos de la elección presidencial no debemos permitirlo. Iremos a una elección histórica ante un país dividido por el presidente de la República; se hace necesario que cada voto deba ser respetado y contado, y, si fuera necesario, vuelto a contar. Si no hay recursos para que haya garantías en el proceso, el gobierno federal estará poniendo en riesgo la democracia de este país.

Lo más preocupante de este Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación que ha enviado López Obrador, es el recorte a la Secretaría de Salud, porque no obstante le están transfiriendo recursos al IMSS Bienestar, están desmantelando el sistema de salud. Están impactando a la Secretaría y a los hospitales de alta especialidad que dependen de ella y también van a dejar en estado de indefensión a las personas que acuden a las clínicas y hospitales de los estados.

Recordemos que las personas con menos recursos en este país son los que menos acceso a servicios de salud tienen. Ellos no tienen la posibilidad de acudir a los hospitales privados a los que sí pueden acudir el presidente, su familia y los morenistas que desde el privilegio son capaces de recortar el presupuesto.

La garantía de que el IMSS Bienestar pueda brindar los servicios básicos de salud es muy difícil, porque si el mismo instituto no ha podido salir adelante con su propio trabajo, ahora con esta obligación de tener el sistema de salud en sus hombros, es un despropósito y un gran error.

Así lo decidió López Obrador porque está obsesionado con seguirle transfiriendo recursos al Seguro Social y con este gran recorte a quien va a afectar, nuevamente, es a quien menos tienen.

Estas políticas públicas lo que hacen es orillar a las personas a que gasten en los consultorios privados en lugar de poder tener mejor calidad de vida. Es obligación del Estado mexicano, destinar el 6% del PIB a la salud y no lo hacen. Nuevamente, López Obrador ha tomado pésimas decisiones.

*Senadora / Presidenta de la comisión de Derechos Humanos

RGH