Perdonados

 

¿Qué pecado no será perdonado?


Los periódicos son esclavos de lo que genera la realidad diaria. Y es que, difunden exactamente cómo se van manifestando los elementos más relevantes que conforman la vida nacional.

Vivimos una época apasionante en muchos sentidos. Sin embargo, ¿usted se imagina que de todo eso lo que menos va a importar es el 1 de julio? Me explicaré.

Estamos presenciando una etapa tan mística que los periódicos ya son esclavos de este desembarco masivo de gente que en algún momento negó al jefe espiritual de la nación y ahora acogen su proyecto de paz para irse con Morena.

Ustedes ya estarán cansados de leer sobre Gabriela Cuevas y sobre toda la gente que se ha ido. Y en ese sentido, me parece legítimo que las personas ejerzan su derecho al acierto o al error, el problema es que unido a esos transfuguismos de unos y otros, no se debe ignorar la profunda crisis por la que atraviesa el sistema político.

Y como el origen de esa crisis –en mi opinión– radica en la vertiente de la inmoralidad existente, lo más relevante desde mi punto de vista, no es si vamos a tener una decisión a tercios como garantizan los expertos, sino lo que realmente estamos aprendiendo de ese éxodo masivo es lo que significa el fracaso de los partidos políticos.

El movimiento es sobre todo moral y naturalmente fáctico, porque si se les perdona todo lo que han hecho, no habrá fortuna que aguante a no poder dormir por las noches.

Ahora hay mucha convicción, hay mucho arrepentimiento, hay mucho sobre el derecho a tener una siguiente oportunidad, pero también hay mucha certeza de que al menos por mí no vendrán.

Desafortunadamente los seres humanos somos como somos y en lugar de considerar que en realidad a lo que estamos asistiendo es al desembarco de muchas inquietudes individuales, lo que pensamos es que estamos presenciando la adhesión a la construcción de un nuevo fenómeno de regeneración nacional, así como su propio nombre lo indica.

Pero naturalmente yo sólo quiero preguntar una cosa, y lo hago considerando que mis pecados también serán absueltos: ¿cuál es el límite? ¿Qué pecado no será perdonado?

Y además de eso si desmoronar un sistema no tiene ninguna importancia, ¿quién de verdad en esta nueva construcción del país no tiene cabida porque sencillamente al actuar mal se excluyó?

O es que el cambio va a ser tan profundo que no será necesario castigar, porque el pecado se va a erradicar con el simple abrazo a la fe democrática.

@antonio_navalon