Pulso Financiero

 

Dos grandes retos financieros que enfrenta el sector educativo en México es darle permanencia estable en el largo plazo a la institución y brindar educación de calidad con la buena administración de los recursos


Para que la educación superior en México incida en el desarrollo nacional, nos queda claro que debe asumir los retos de una generación de conocimiento de calidad en un entorno globalizado, así como el compromiso social y considerar un tema por demás sustancial hoy día, como lo es el financiamiento de la misma; pues van aproximadamente tres décadas en las que ha sido posible percibir la crisis en el tema financiero de la educación.

El riesgo al que se enfrenta el funcionamiento institucional está en función del aumento de la matrícula poblacional estudiantil del país, que exponencialmente es mayor a los recursos que se destinan de los presupuestos cada año para las universidades públicas.

Para nadie es un secreto que la mayoría de las casas de estudio están financiadas, principalmente, con recursos que provienen del Gobierno Federal y que en la mayoría de los gobiernos estatales se percibe un paulatino rezago de las aportaciones que les toca, contrario a las políticas públicas que en teoría pregonan en sus discursos políticos.

Se ha diversificado la política de financiamiento pues la asignación de presupuesto se hace en función de evaluaciones y el cumplimiento de metas establecidas y esto genera las condiciones para la entrega de mayores recursos financieros y el fomento de la competitividad misma.

En los últimos años, además de la canalización de recursos financieros a las universidades para llevar a cabo sus proyectos de desarrollo académico basado en competencias y proyectos, se ha buscado destinar apoyo solidario para el saneamiento financiero, principalmente por el tema de las pensiones y de la nómina. Esta última aproximadamente se come 80 por ciento del presupuesto anual, situación que ha hecho imprescindible la búsqueda y perfeccionamiento de otras alternativas de financiamiento.

En conclusión menciono que los dos grandes retos financieros que enfrenta el sector educativo en México es darle permanencia estable en el largo plazo a la institución y, por otro lado, brindar educación de calidad con la buena administración de los recursos.