Crimen Organizado S.A.

 

Cuando se gobierna no se pueden tener amigos


Muchas cosas que ocurrieron en Quintana Roo han comenzado a ser reseñadas por algunos medios de comunicación, sobre todo valientes investigaciones realizadas por la revista Expansión en las que se evidencia el modus operandi de los principales funcionarios del gobernador Roberto Borge Angulo, quienes utilizando diversos argumentos legaloides despojaron de bienes y dinero no sólo a empresas mexicanas y extranjeras, sino a los propios nativos que poseían tierras susceptibles de explotación turística.

Para decirlo de otra forma, estamos ante la evidente conformación de bandas del crimen organizado, que desde las estructuras gubernativas operaban impunemente causando un brutal daño no sólo a la economía de familias empobrecidas, quienes pese a vivir en un paraíso, siguen padeciendo una brutal miseria porque el gobierno estaba ocupado en despojar de bienes a ricos y pudientes.

Quintana Roo es el estado más endeudado del país, pero disponer de los recursos públicos en beneficio propio y e quienes lo acompañaron en la gestión gubernamental no le bastó al gobernador Roberto Borge, y mucho menos a sus principales funcionarios. La voracidad con que se condujeron ha sido sin parangón, o para decirlo de otra forma, no existen relatos en otras latitudes de hechos como los que se han dado a conocer en los últimos días. Por eso se habla de crimen organizado.

Porque los procedimientos utilizados de manera legaloide obedecen a una acción planeada y controlada con la firme intención de despojar de dinero o bienes a particulares a los que dejaron en la completa indefensión porque nunca fueron llamados a juicio, y en cambio sí fueron notificados de la pérdida de sus bienes o dinero una vez que presuntamente se dieron los fallos de la autoridad juzgadora. El cinismo ha sido brutal y la coalición de servidores públicos pone en evidencia la descomposición de uno de los gobiernos más corruptos de que se tenga memoria en el país.

No basta una acción de inconstitucionalidad como la que promovió el Presidente de la República ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Se tiene que ir a fondo en las investigaciones y encarcelar a quienes sean responsables con penas ejemplares que marquen un antes y un después.

Cuando se gobierna no se pueden tener amigos, y menos si se han dedicado a cometer delitos. Por eso, el primer interesado en que haya justicia tiene que ser el presidente Enrique Peña Nieto. Al tiempo.

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