Ramo 23, la caja negra

MARIANA CAMPOS

La reciente confrontación entre el gobierno de Javier Corral y la Secretaría de Hacienda ha puesto bajo reflectores una verdad difícil: el erario es susceptible de usarse para premiar y castigar gobiernos, es decir, como instrumento de control político.

En el centro del debate actual está el Ramo 23, una bolsa de dinero que no está regulada en ninguna ley. Esto significa que la Secretaría de Hacienda puede usar este cajón de miles de millones de pesos anuales a su criterio: esta secretaría decide cuánto gasta, quién recibe, por qué, cuánto y cuándo.

El problema ni siquiera es que las reglas no sean adecuadas; es que no hay reglas. Más allá del debate que vemos hoy, los datos nos muestran que el diseño del Ramo 23 permite y fomenta una asignación discrecional de los recursos públicos. De cara a las elecciones de 2018, ¿se planea dejar abierta esta caja negra de recursos públicos para repartir a los estados?

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