Mártir del matrimonio

 

La indisolubilidad del matrimonio


El santo patrono de políticos y gobernantes, san Thomas Moore, nació en Londres en 1478. En 1516, publicó su libro Utopía en el que presenta una comunidad ficticia con ideales filosóficos y políticos muy diferentes a los de su tiempo.

En 1504, bajo el reinado de Enrique VII, fue elegido miembro del Parlamento inglés. Años después el rey Enrique VIII lo confirmó en el cargo y además lo nombró representante de la Corona en Londres.

Como hombre de confianza del rey sirvió en diversas misiones diplomáticas y comerciales. En 1529 el rey lo nombró canciller del reino, convirtiéndose así en el primer laico en ocupar el cargo, al que en 1532 se vio obligado a renunciar debido a las pretensiones del rey de asumir el control de la Iglesia en Inglaterra.

En consecuencia, Enrique VIII ordenó encarcelarlo en la Torre de Londres donde fue presionado a prestar juramento de fidelidad al rey, pero él venció toda forma de presión fiel a sus principios, creencias y valores cristianos

Durante el proceso jurídico en su contra, Thomas Moore pronunció una apasionada apología sobre la indisolubilidad del matrimonio, el respeto del patrimonio jurídico inspirado en los valores cristianos y la libertad de la Iglesia ante el Estado. Murió decapitado el 6 de julio de 1535. Fue beatificado en 1886, canonizado como mártir en 1935 y declarado patrono de políticos y gobernantes por el papa san Juan Pablo II el 31 de octubre del año 2000.

El contexto histórico del martirio a san Thomas Moore es responsabilidad del rey Enrique VIII, quien ascendió al trono en 1509 tras la muerte de su padre.

Por razones políticas y económicas tuvo que casarse con la viuda de su hermano, Catalina de Aragón, con quien intentó procrear un hijo varón que lo sucediera en el trono, sin conseguirlo.

En 1522 se sumó a la Corte una mujer de la nobleza inglesa de nombre Ana Bolena.

El rey, enamorado de ella, solicitó al papa Clemente VII la declaratoria de nulidad de su matrimonio bajo el argumento del parentesco previo que hubo entre el rey y la esposa de su hermano, a lo que el Papa se negó. Enrique VIII deshizo las relaciones con la Santa Sede y nombró un nuevo arzobispo de Canterbury para que declarara nulo su matrimonio. Con esto, el rey incurrió en apostasía y en cisma, por lo que el Papa le expidió una bula de excomunión.

El rey formalizó el rompimiento con la Iglesia Católica de Roma mediante el Acta de Supremacía –de 1534– con la que se declaraba la independencia de la Iglesia Anglicana y se erigía al rey de Inglaterra como su única cabeza. Los católicos ingleses que permanecieron fieles a la Sede apostólica de Roma fueron perseguidos como traidores a la Corona.

Así fue como, entre las víctimas del protestantismo inglés, murió san Thomas Moore, por su firmeza en defender la indisolubilidad del matrimonio.

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