Rompiendo huevos

 

Si se pretende hacer un “omelet” sólo hay una manera de hacerlo, y esa es rompiendo huevos


Antes, en los viejos tiempos, la clase política se perpetuaba y reproducía a sí misma. Ahora si observamos nuestro país nos daremos cuenta de que José Antonio Meade es un secretario para todos los sexenios, todas las ideologías y todas las épocas. Pero también es uno de esos tecnólogos que además tiene capacidad política y el buen sentido común de no hacerse en poco tiempo demasiado incómodo para nadie.

Otra cosa muy distinta son figuras hechas en las trincheras de la política desde lo más bajo hasta lo más alto.

Y es que, imagínese usted que fuera el compadre y el mejor amigo del Presidente. Imagínese usted que siendo un joven abogado cuando nadie le daba nada ni siquiera el saludo, fuera impulsado para trabajar con el antiguo gobernador del Estado de México, Arturo Montiel. Me refiero al nuevo secretario de Desarrollo Social, Luis Enrique Miranda, el hombre al que durante los últimos cuatro años le tocó en Gobernación –en su condición de gran amigo y compañero de juegos del Presidente– lidiar con los toros más difíciles de controlar.

Ahora Miranda deja las discusiones imposibles con la CNTE para pasar a repartir despensas y hacer política social.

Y en ese sentido, cualquiera que observe estos movimientos podría pensar en todo lo que va a tener Meade en la punta del bolígrafo al heredar a Luis Videgaray, pero sobre todo lo que va a heredar es el poder real que significa manejar el presupuesto. Situación que se equilibra a favor de Osorio Chong con Luis Miranda en Sedesol, quien competirá con las despensas frente al poder del presupuesto.

Aunque lo cierto es que Meade ya pasó por ahí, y así como ya fue secretario de Hacienda –por cierto un secretario que al entregar el poder tenía una deuda pública mucho menor que la que retoma– ahora vuelve a su casa en otro sexenio donde las constantes de desarrollo económico se podrían mantener sin ser obstaculizadas por las grandes reformas de una manera casi continua y permanente.

Así se ha configurado un nuevo escenario político en nuestro país. Meade en Hacienda, Miranda en Desarrollo Social y en medio las intenciones para tratar de encontrar la brújula política para que el PRI de Enrique Ochoa pueda nacer con la necesaria distribución de la justicia y la lucha contra la corrupción, porque de lo contrario no habrá nada más que vender.

Sin duda, hemos llegado a un momento terrible que en la vida significa decidir si uno hace tortillas o no. Porque si lo que se pretende es hacer un “omelet” sólo hay una manera de hacerlo, y esa es rompiendo huevos.

@antonio_navalon