Isaac Hernández arranca con el pie derecho 2019

 

Logró llenos en el Lago de los Cisnes de Londres


El flamante bailarín mexicano Isaac Hernández, condecorado por la International Dance Association como el mejor bailarín del mundo, comenzó este año de manera intensa y exitosa con su compañía, el English National Ballet (ENB) , pues hace unos día logró llenos totales durante sus cuatro presentaciones del Lago de los Cisnes en el Coliseo de Londres

En estas cuatro funciones consecutivas, el primer bailarín de la ENB tuvo un reto y desgaste físico importante que al final el público le reconoció por su entrega y gran actuación en esta última función.

Isaac busca seguir cosechando éxitos, dichas presentaciones marcan el inicio de un año que se pronostica intenso para el bailarín tapatío, el cual tiene en mente nuevos proyectos, objetivos y retos artísticos.

Entre ellos la incursión en el cine de la mano del histórico director español Carlos Saura en el rodaje de la película “El rey de todo el mundo”; establecer en México la Federación de Industrias Creativas; además de concretar la realización de una nueva edición de su ya reconocido espectáculo Despertares y el proyecto gratuito multidisciplinario Despertares Impulsa “Impulsando las Industrias Creativas de México”.

Isaac Hernández volverá a presentarse en el Coliseo de Londres con la puesta Manon, el miércoles 16 y el domingo 20 de enero.

Cabe recordar que en diciembre pasado el bailarín mexicano presentó con gran éxito en tres fechas el Cascanueces, en el mismo recinto.

La versión del ballet del Lago de los Cisnes que interpretó fue creada en 1997 por el coreógrafo Derek Deane -ideada para los teatros con un arco proscenio, el diseño más común en los teatros de occidente durante los siglos XVIII, XIX y XX-.

Esta versión enfoca la atención y el desarrollo dramático en el centro del escenario, lo que la hace especialmente interesante de ver para el público por el énfasis narrativo de la historia y porque hace relucir las habilidades de actuación y el refinamiento técnico de los artistas en escena, algo que para los bailarines resulta de un alto grado de exigencia, considerando además las tres horas de duración del ballet completo.