La danza de Jorge Vega

 

Los sinuosos pasos de un bailarín Por Aura Fuentes [La danza también se halla en un hilo por los eventos económicos. El bailarín cubano Jorge Vega, radicado en México, nos habla de su experiencia cultural.] México, 30 Jul (Notimex).- Jorge Vega, eterno primer bailarín del Ballet Nacional de Cuba, tiene a México presente desde su […]


Los sinuosos pasos de un bailarín

Por Aura Fuentes

[La danza también se halla en un hilo por los eventos económicos. El bailarín cubano Jorge Vega, radicado en México, nos habla de su experiencia cultural.]

México, 30 Jul (Notimex).- Jorge Vega, eterno primer bailarín del Ballet Nacional de Cuba, tiene a México presente desde su niñez cuando su abuelo gustaba de tocar con mariachi, muchos años antes de que la Compañía Nacional de Danza (CND) lo invitara a bailar. Y no sólo es naturalizado mexicano, su hija nació aquí hace 14 años.

―Hablar me cuesta más que bailar ―confiesa Jorge Vega un poco agitado tras interpretar para las cámaras de Notimex un pas de deux del ballet clásico El Cascanueces junto a la primera bailarina Valentina, en uno de los estudios en donde actualmente da clases.

―Yo, verdaderamente, no decidí bailar. Mi mamá es pianista y mi papá es militar, por lo cual yo iba a hacer una carrera militar; pero primero ingresé a la escuela de Ballet en Cuba, donde nos enseñan no solo a bailar sino toda una serie de cosas que casi es una carrera militar porque son muy estrictos―relata.

Debido a que ello sentaría sus bases de disciplina, su padre no se opuso a que ingresara a la escuela de baile mientras alcanzaba la mayoría de edad para iniciar con su carrera militar, pero al cumplir los 18 años, para su buena suerte su papá se volvió un entusiasta de su trabajo como bailarín, animándolo a que sus pasos continuaran ahora en un escenario.

―Vine a México por una invitación del Instituto de Bellas Artes en el año 2000. La Compañía Nacional de Danza me estuvo invitando muchos años, pero siendo yo primer bailarín del Ballet de Cuba no podía venir hasta que se abrió una oportunidad. Y aquí estoy, lo único que tuve que hacer fue bailar.

Aunque a sus 58 años de edad Jorge Vega ha recorrido el mundo entero y ha bailado como primera figura en diferentes compañías internacionales, decidió que fuera en tierra mexicana donde naciera su hija.

―Lo tenía en las raíces, no sé por qué: mi abuelo, como ya dije, cantaba con mariachi en Cuba, agarraba un barco de Pinar del Río a Yucatán y venía con un grupo de mariachis; pero era médico. Veo las fotos de él tocando guitarra y vestido de charro, y me pregunto de dónde salió. Es algo que tengo muy cerca de mí, por eso vivo aquí…

 

Una maestra de la vida

Jorge Vega (La Habana, 1961) fue el último partenaire de la legendaria bailarina cubana Alicia Alonso, actualmente con 98 años de edad y quien en 1948 fundara en La Habana el Ballet Alicia Alonso, hoy Ballet Nacional de Cuba, por lo que para Jorge Vega no solo representa al ballet de su país sino al ballet mundial.

―Bailar con Alicia fue lo mejor y lo más grande que me pudo haber pasado porque no sólo aprendí del ballet, sino aprendí de la vida ―expresa sobre su maestra, a cuyo ballet llegó siendo un adolescente de 17 años, aunque en esos momentos Alicia Alonso, mucho mayor, tenía como partenaire a Jorge Esquivel.

Al principio no bailó directo con ella, pero debido a que siempre contaba con dos o tres bailarines que estaban alrededor suyo, tuvo la suerte de que un día lo eligiera hasta que quienes danzaban con Alicia dejaron de hacerlo y fue precisamente Jorge Vega quien la acompañara:

―Alicia tuvo muchas dificultades físicas para poder bailar, pero logró salir adelante. Los bailarines cubanos hemos aprendido de ella ese tesón, esa fuerza, ese deseo que no se acaba nunca. El conocimiento que tiene no sólo es como bailarina por su experiencia, sino como profesora de danza y de la vida…

Jorge Vega revela que actualmente sigue en contacto con ella. Cuando hablan le pregunta cuándo regresará a Cuba.

―Me lo dice todo el tiempo―asegura.

Pero como sigue siendo el primer bailarín del Ballet Nacional de Cuba, cuando ella le llama él viaja para bailar en La Habana. Y se regresa pronto a México, en donde lleva viviendo 19 años.

Si bien no es una categoría dada en el Ballet de Cuba, Jorge Vega es reconocido como “el eterno primer bailarín” de esa compañía, como lo nombró el público, fundamental para él; ahora, cada que vuelve a Cuba, no debe comprar un boleto para entrar al teatro a ver el ballet ya que la gente le abre con gusto las puertas.

Actualmente es profesor de danza en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (Tec de Monterrey) campo Ciudad de México y en el Taller Coreográfico de la Universidad Nacional Autónoma de México, además del estudio The Basement, donde se encarga de la parte artística de danza creando los proyectos para presentarse en festivales donde participan sus alumnos:

―Aquí gusta mucho la danza, lo que pasa es que no tienen el apoyo que deberían los bailarines de tener; se apoya más el futbol, por ejemplo. Por eso para ejercer la danza un bailarín tiene que estudiar otra carrera y bailar en sus tiempos libres, porque no va a vivir de ella, muy diferente a lo que sucede en Cuba, donde se vive de y para la danza.

Notimex pudo constatar una de sus clases en donde estaba desde la recién incorporada Valeria Cerón, de 14 años, hasta sus alumnas que llevan tres y cuatro años a su lado: Ximena Munguía, de 16 años, y Adriana Uribe, de 23 años, respectivamente; ambas realizan con entusiasmo los ejercicios asignados por su maestro.

El primer bailarín admite que le gusta mucho estar como docente, porque así puede bailar también a través de sus alumnos.

 

Campeche de gala

Jorge Vega es fundador de MexHabana Danza, la cual se ha presentado en diferentes festivales, y dirige una gala internacional desde hace nueve años en el estado de Campeche, donde se le dio oportunidad para llevar a primeras figuras de todas partes del mundo:

―Es mucho trabajo ―dice―, porque tienes que llamar a los bailarines, conversar con ellos, ver si su agenda no está ocupada para venir esos tres o cuatro días, que preparen las obras, organizarlas para que no se repitan y haya armonía entre todo lo planeado…

Aunque antes la gala se hacía en verano, el 31 de agosto, por problemas económicos se pasó para diciembre y ahora se incluye en el Festival del Centro Histórico de Campeche, que cuenta con un poco más de apoyo financiero:

―Las autoridades locales son las que me han apoyado. Este año hay muchos cambios económicos en el gobierno. Todo se está acomodando, así que estamos a la espera de que haya en el Festival del Centro Histórico un apartado para la danza ―revela ante la incertidumbre cultural.

Jorge Vega considera que estos eventos son importantes porque son culturales, no comerciales:

―Hasta ahora ha tenido muchísimo éxito. En el teatro caben 700 personas, pero llegan mil 700. Se vuelve un fenómeno cultural ―subraya, pues aunque la función es a las 20:00 horas, desde las cinco de la tarde la fila le da la vuelta al recinto donde se presentan.

Menciona el bailarín que también sirve dicha gala como experiencia importante para los participantes, primeras figuras de compañías como las de El Salvador, Nicaragua, Puerto Rico, de la misma Cuba, de Argentina e incluso de Italia, quienes no se conocen hasta estar en el escenario.

-Fin de nota-

 

NTX/AFG/VRP