Experta innovadora monitorea al Popo

 

Royal Society reconoce su investigación y método


MONSERRAT MÉNDEZ

En mayo de 1980, a los ocho años, en su natal Canadá, Julie Roberge descubrió que le fascinaban los volcanes: en las noticias anunciaron la explosión del volcán Santa Helena, localizado en Washington, Estados Unidos (EU); su padre, quien sin ser científico era un gran aficionado a las ciencias, los obligó a ella y a su hermano a lavar el coche cubierto de polvo gris.

Roberge es una geóloga con especialización en vulcanología que desde 2012 trabaja como profesora-investigadora en el Instituto Politécnico Nacional (IPN), donde con un método utilizado por pocos expertos en su área analiza los procesos magmáticos del volcán Popocatépetl en México.

En 2015, su investigación de las inclusiones en cristal, que consiste en el análisis de los fluidos atrapados en las formaciones de estas partículas en los volcanes, le valió el Premio Newton que otorga la Royal Society del Reino Unido, según datos del Consejo Nacional para la Ciencia y la Tecnología (Conacyt).

La científica recordó con emoción cómo fue enamorarse de la ciencia; sus padres, desde niña, le fomentaron este amor a través de pequeños experimentos. En su casa siempre hubo libros y revistas.

Si bien en casa jamás hubo diferencia alguna entre hombres y mujeres, en la licenciatura que hizo en Montreal sí percibió algo de ello. Por una parte, se trató de la cantidad de mujeres, pero también que se consideraba que una mujer en el campo era problemática.

Ahora, explicó, es más fácil para ella comprender el problema.

Era 1998 y en verano compañías mineras contrataban a los estudiantes para ir a campos aislados a hacer exploración, “sí tú eras la única mujer en el campo se necesitaba en el campamento un baño separado para ti, tu propia tienda, entonces la campaña se duplicaba por una sola mujer”.

Ahora, que está del lado de la organización, lo ve complicado pero no imposible: “yo diría contrata tres o cuatro, ¿qué te parece? Cabemos cuatro en una tienda de campaña, pues contrata cuatro”.

Pero esa diferencia, para ella, está en el pasado. Actualmente tiene bajo su tutela a cuatro alumnos de maestría, tres mujeres y cada que sale de campo asegura que lleva a todos igual.

Para Roberge, ser científica nunca estuvo en duda, su trabajo es importante para la sociedad porque los datos que obtiene de sus investigaciones son de utilidad para las acciones de Protección Civil y el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).

La científica participa como invitada en el Comité Científico Asesor para el Volcán Popocatépetl.

Aseguró que si alguna decisión difícil tomó en su vida, ésta fue olvidarse de la maternidad: “¿A qué hora?, yo me dediqué a la carrera y ahora que quiero, ya me pasé y no puedo. El mundo académico es muy difícil para las mujeres; obtener una basificación si te embarazas, olvídate, nunca vas a lograr los niveles que te piden, porque sí te van a dar tu incapacidad, no hay problema, pero a fin de año no vas a tener la publicación o la cantidad de alumnos que necesitas”.