Lanzan obra musical para reavivar tradiciones

 

“Desde donde late la tierra II” recupera lenguas casi extintas


En el Teatro de la Ciudad “Esperanza Iris” se presentó la obra musical “Desde donde late la tierra II”, dirigida por Leticia Armijo Yolotli,  en donde participón el Coro de Mujeres de los Pueblos Indígenas de México.

La musicóloga y compositora declaró que este coro musical surgió con la misión de preservar las lenguas y tradiciones musicales de los pueblos indígenas de México, integrando en él a mujeres de estos grupos marginados históricamente.

Explicó que el repertorio del coro se forma de las canciones tradicionales de México en lenguas originarias, como el náhuatl, purépecha, tzotzil, kumiai-kiliwa, triqui, seri, zapoteco, mayo, tojolwinik ‘ otik y pápago, combinándolas con obras escritas en estas lenguas en vías de extinción, transcritas y arregladas por su directora y fundadora.

Al término del musical, organizado por la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, a través de la Coordinación del Sistema de Teatros, Sara Andrade, integrante del coro Yolotli, consideró que varias lenguas en México se consideran en vías de extinción.

Ante ello, detalló que el canto coral está reviviendo la música en varias lenguas indígenas, conformado por un grupo de nueve mujeres, las cuales hacen tres voces, soprano, mesosoprano y contra alto, la mayor parte cantan a capela, sin instrumentos musicales.

Agregó que las mujeres indígenas chiapanecas fueron las que transmitieron las canciones tzotziles y náhuatl a la compositora Leticia Armijo, quien llevó a cabo los arreglos en voces de mujeres.

Yolotli, que significa corazón en lengua náhuatl, surge con el propósito de difundir desde el corazón de México las notas de su cancionero, indiscutibles joyas que conforman el plumaje majestuoso de su identidad, deliciosas metáforas de la cultura, en donde el sabor de las costumbres está presente.

El espectáculo musical de casi hora y media está integrado por obras representativas del repertorio coral de la música mexicana en estas lenguas marginadas históricamente.

Todo ello, combinado con la música mexicana de concierto, con el único propósito de restablecer la fracturada relación entre el público, intérpretes y creadores, para resurgir como una bella promesa de esperanza.

Poco antes de iniciar el recital, Leticia Armijo y sus coristas aparecen en el escenario ataviadas de blanco para efectuar una especie de ritual; portan una veladora en mano, la cual depositan hasta el lado izquierdo del escenario, en un acto de fe y esperanza.

Luego, el ensamble inicia el concierto con canciones como “Xiquiyehua in Xochilt”, un canto tradicional anónimo en náhuatl, para continuar con “Yana ua rin in” de José Hernández y que es un canto tradicional en lengua triqui.