Brexit y el coronavirus ponen a Londres de rodillas

Brexit y el coronavirus ponen a Londres de rodillas
 

Un año de confinamientos y de restricciones a los viajes vació las torres con oficinas, acabó con la vida nocturna, cerró pubs y restaurantes, y prohibió el turismo internacional. Volver a la normalidad tomará tiempo.


No hace mucho, Londres atravesaba por un período de esplendor. Ahora teme un descalabro.

Brexit y la pandemia del coronavirus son una tormenta perfecta que puso de rodillas a Londres. La ciudad tiene hoy menos gente, menos negocios, divisiones más profundas y decisiones muy duras por delante.

El 6 de mayo los londinenses elegirán un alcalde cuyo desempeño determinará si este es un período de declinación de una de las ciudades más grandes de Europa o una posibilidad de hacer las cosas mejor.

“Va a ser difícil, sin duda”, dijo Jack Brown, disertador especializado en Londres del King’s College de la capital inglesa. “Será duro hacer frente a esos dos movimientos sísmicos”, Brexit y el virus.

Plagas, incendios, guerras. Londres sobrevivió a todo. Pero nunca tuvo un año como el último. El coronavirus mató a más de 15.000 londinenses y estremeció los cimientos de una de las ciudades más importantes del mundo. En momentos en que una intensa campaña de vacunaciones hace que se vislumbre una reactivación de la economía, la Associated Press analiza el impacto de la pandemia en la ciudad.

El nuevo alcalde gobernará una ciudad de más de 8 millones de habitantes que enfrenta los problemas típicos de las grandes ciudades. Escasez de viviendas y transporte baratos, delincuencia y contaminación. Pero también tiene por delante problemas inéditos.

Un año de confinamientos y de restricciones a los viajes vació las torres con oficinas, acabó con la vida nocturna, cerró pubs y restaurantes, y prohibió el turismo internacional. Volver a la normalidad tomará tiempo.

“Ya perdimos unos 300.000 puestos de trabajo y más de un millón de londinenses están licenciados sin goce de sueldo”, expresó el alcalde Sadiq Khan, quien busca la reelección. “El reto que tenemos por delante es evitar el alto desempleo de la década de 1980”.

“Es importante tener las mismas ambiciones que nuestros antepasados tras la Segunda Guerra Mundial, porque la magnitud de lo que se viene es enorme”, señaló Khan, cuyas prioridades incluyen el retorno de la gente al centro de la ciudad y aliviar las desigualdades económicas que exacerbaron la pandemia.

Las encuestas indican que Khan, de 50 años, tiene buenas posibilidades de ser reelegido el jueves, en una votación que fue demorada por la pandemia. Tanto él como su principal rival son ejemplos de superación. Khan, abogado y miembro del Partido Laborista de centro-izquierda, es hijo de inmigrantes paquistaníes. Su padre manejaba un autobús, su madre era costurera.

Los abuelos de su rival conservador Shaun Bailey, por su parte, pertenecieron a la “Generación Windrush” de inmigrantes caribeños llegados después de la guerra. Fue criado por su madre en una vivienda pública.

“Londres ofrece más oportunidades que ninguna otra ciudad del mundo”, dijo Bailey, de 49 años y quien cree que el principal reto que tiene Londres es la delincuencia.