Qué consecuencias habría si se cierra la frontera México-EU

 

Por Alejandra Sampayo El presidente estadounidense, Donald Trump tuvo como promesa de campaña construir una gran valla fronteriza entre Estados Unidos y México, para detener la inmigración ilegal y el narcotráfico. Una vez en el poder, el mandatario no se ha detenido en su idea de cerrar la frontera para bloquear definitivamente la entrada a ilegales. […]


Por Alejandra Sampayo

El presidente estadounidense, Donald Trump tuvo como promesa de campaña construir una gran valla fronteriza entre Estados Unidos y México, para detener la inmigración ilegal y el narcotráfico. Una vez en el poder, el mandatario no se ha detenido en su idea de cerrar la frontera para bloquear definitivamente la entrada a ilegales.

Trump ha asegurado que será México quien pague por la construcción del muro, ya que considera que la nación latinoamericana se ha aprovechado del Tratado de Libre Comercio entre ambos países, que, según el multimillonario, ha hecho que miles de empleos y compañías de EE.UU. se hayan trasladado al sur de la frontera.

El magnate responsabiliza a los inmigrantes latinos, especialmente a los mexicanos, por la gran cantidad de dinero que pagan sus ciudadanos para sufragar los gastos del gobierno en servicios de salud, educación, seguridad social o vivienda que reciben los indocumentados.

Además, insiste en que millones de extranjeros sin papeles han sido detenidos en el pasado en territorio estadounidense, muchos de ellos por delitos como la venta de drogas, asesinatos o violaciones.

Desde 1994 Estados Unidos ha instalado vallas que hoy alcanzan 1,100 kilómetros de la frontera, y eso ha hecho que los inmigrantes deban buscar pasos más remotos y arriesgados con rutas específicas para un mejor acceso, principalmente en puntos como Tijuana, Mexicali, Nogales, Ciudad Juárez, Piedras Negras, Nuevo Laredo, Reynosa o Matamoros.

Consecuencias

El primer cierre de la frontera ocurrió en 1985, cuando se presionó al gobierno mexicano para dar con el paradero de Enrique “Kiki” Camarena, agente de la Agencia Antidrogas (DEA), que había logrado infiltrarse en el Cartel de Guadalajara

El 11 de septiembre de 2001 fue la segunda clausura, tras los ataques a las Torres Gemelas de Nueva York y al Pentágono. En esa ocasión el cierre sólo duró unas cuantas horas, pero afectó al comercio y a las economías de ambos países.

Cada día cruzan la frontera aproximadamente de México hacia el vecino del norte, 300,000 vehículos, entre ellos unos 15,000 camiones de transporte y un millón de personas que trabajan, estudian, comercian o visitan por turismo el otro lado.

El intercambio comercial en la frontera es de 1,00 millones de dólares según el Reporte del Estado de la Frontera del Centro Wilson.

Solo San Diego, California tiene una economía más fuerte que su vecino, Tijuana. El resto de las ciudades, como El Paso, Nogales, Laredo, McAllen o Brownsville dependen de la economía de sus vecinos del sur.

Hace 17 años, declararon una emergencia económica en ciudades como San Diego por la ausencia de compradores del norte de México, por lo que si hay un cierre en la frontera podría dañar directamente la economía, y se verá reflejado en una caída de los índices del mercado de valores estadounidenses.

El presidente estadounidense está consciente del tipo de consecuencias que podría traer el cierre total de la frontera con México, sobre todo en la parte financiera; sin embargo; destacó que para él lo más importante es la seguridad de su nación.