Exhorta papa Francisco a modificar estilos de vida

ROME, ITALY – APRIL 18: Pope Francis leads the Way of The Cross at the Colosseum on April 18, 2014 in Rome, Italy. The Way of the Cross is a centuries-old and much beloved devotion, that began as a sort of spiritual pilgrimage to the places and scenes and events of ChristÕs passion for those who could not make the pilgrimage to the Holy Land in person, as well as for those who had made it and wished to relive their experience, and for those who were preparing for the journey. (Photo by Franco Origlia/Getty Images) ORG XMIT: 485297283 

Contaminar y sobreexplotar la tierra “son pecados contra Dios”, dijo


El papa Francisco advirtió ayer que la contaminación ambiental y la sobreexplotación “miope” de la tierra son “pecados contra Dios” y llamó a todos a arrepentirse para cambiar estilos de vida.

Francisco instó a todos los católicos a hacer un examen de conciencia y confesar sus faltas contra el medio ambiente, en un mensaje difundido por El Vaticano con motivo de la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, que la Iglesia celebra este día.

“No podemos rendirnos o ser indiferentes a la pérdida de la biodiversidad y a la destrucción de los ecosistemas, a menudo provocados por nuestros comportamientos irresponsables y egoístas. No tenemos derecho”, escribió.

Advirtió que el planeta sigue calentándose, en parte por causa de la actividad humana. Precisó que 2015 fue el año más caluroso jamás registrado y probablemente 2016 lo será aún más, lo cual provoca sequía, inundaciones, incendios y fenómenos meteorológicos extremos cada vez más graves.

Constató que los cambios climáticos contribuyen también a agravar la crisis de los migrantes forzosos generando que los pobres del mundo, que son los menos responsables de estas transformaciones, sufran directamente sus efectos.

“Un crimen contra la naturaleza es un crimen contra nosotros mismos y un pecado contra Dios; (un pecado que) no hemos sabido reconocer ni confesar”, dijo.

“En la medida en que todos generamos pequeños daños ecológicos, estamos llamados a reconocer nuestra contribución –pequeña o grande– a la desfiguración y destrucción de la creación. Este es el primer paso en el camino de la conversión”, siguió.

Más adelante, Francisco lamentó que la sociedad actual se haya acostumbrado a estilos de vida inducidos por una “malentendida cultura del bienestar” o por un “deseo desordenado” de consumir más de lo realmente necesario.

Por ser partícipes de un sistema que ha impuesto la lógica de las ganancias a cualquier costo sin pensar en la exclusión social o la destrucción de la naturaleza, llamó a todos a arrepentirse del mal contra la casa común.

Explicó que el arrepentimiento y la conversión deben traducirse en actitudes y comportamientos distintos como un uso más prudente del plástico y del papel, no desperdiciar el agua, la comida y la energía eléctrica, diferenciar los residuos, tratar con cuidado a los otros seres vivos, trasladarse en transporte público y compartir el mismo vehículo entre varias personas.

Pidió no pensar que esos esfuerzos sean demasiado pequeños para mejorar el mundo, sino que son acciones que provocan un bien a la tierra y que tienden a difundirse, a veces invisiblemente.

Lamentó que la economía y la política, la sociedad y la cultura, no sean dominadas por una mentalidad del corto plazo y de la búsqueda de un inmediato provecho financiero o electoral. Además, Urgió a reorientar estas realidades hacia el bien común, que incluye la sostenibilidad y el cuidado de la creación.